Especiales Semana

SEGURIDAD ANTE TODO

Los Uniguías, los guardias de Caninos y la Policía Metropolitana conforman el equipo de seguridad de Unicentro que día a día vela por el bienestar de los visitantes.

23 de diciembre de 1996

Todos, los Uniguías, los guardias de caninos y la Policía Metropolitana conocen por completo a Unicentro. Conocen los locales, los propietarios, los horarios de llegada y salida. Conocen quién entra, quién sale y quién, por determinadas características, podría ser un individuo sospechoso dentro del centro comercial. Cada uno de los integrantes tiene una tarea básica y fundamental y un solo objetivo: velar porque a lo largo y ancho del centro comercial no ocurra nada que atente contra la seguridad de quienes lo visitan. Los Uniguías, por ejemplo, tienen la tarea de prestar seguridad y brindar información al público con un trato absolutamente amable. Los guardias de caninos tienen la misión básica de vigilar el parqueadero y la zona externa general para evitar robos o posibles atentados. Por último, la Policía Metropolitana, con el apoyo del coronel Dionisio Fernández, comandante del Departamento de Policía Tisquesusa, colabora en una forma decidida con la seguridad de Unicentro. Una ayuda que se materializa en el personal uniformado y en los policías bachilleres que, por ser muchos bilingües, desempeñan también la función de guiar a los extranjeros en su visita por el centro comercial.Y es que no es fácil responsabilizarse de la seguridad de un lugar de más de 308.000 metros cuadrados pero, precisamente por eso, por el perfil que debe cumplir cada uno de los miembros de este equipo de seguridad, fue necesario llevar a cabo un completo y arduo proceso de selección para escoger quién era el que debía pertenecer a la familia de Unicentro. A todos se les exige ser trabajadores más cerebrales que manuales, que no se limiten a cumplir sino que tengan visión de los hechos, que no sólo obedezcan sino que también aporten ideas y que, además, tengan iniciativa. Esas son las características de los hombres que, a diario, están atentos a lo que pueda quebrantar la tranquilidad del centro comercial.