Especiales Semana

TENDENCIAS DE FIN DE AÑO

30 de noviembre de 1992


DICIEMBRE SE VISTE DE ROJO
CALIDO Y ALEGRE, EL ROJO HA sido por tradición el color del otoño. Y es que por siglos, este tono es el consentido de las mujeres de todas las razas y edades.
Ahora para la temporada otoño-invierno 92-93, no podía faltar este llamativo color que desde siempre ha atraído a la vanidad femenina. Según la Escuela de Modas Arturo Tejada, los diseñadores internacionales están aplicando el rojo en cuanta pieza elaboran.
No importa si la falda va larga o corta, la chaqueta en la cintura o abajo de las caderas, si la blusa tiene escote o no. Lo cierto es que cada pieza durante esta temporada esta teñida de rojo.
LO ROJO Y LO NEGRO
En esta temporada otoño-invierno el rojo no viene solo. Los especialistas aseguran que la pareja ideal para ser blanco de todas las miradas es la combinación entre el rojo y el negro.
Mientras el negro representa elegancia y sobriedad, el rojo aviva esta combinación entregando la cálidez que lo caracteriza. Por eso los creadores de la moda internacional insisten en sacar a las pasarelas pantalones negros bota tubo y con prenses, blusas blancas muy masculinas y chaquetas rojas alegrando el conjunto.
Pero esta combinación que podría parecer muy clásica y ejecutiva, también es aplicada para aquellas mujeres lanzadas que gozan con lo último en moda. El rojo ha sido aplicado a vestidos escotados y ajustados, logrando que la figura femenina se vea muy provocativa y sensual.
Minifaldas rojas con chaquetas ajustadas negras también tienen su cuota de preferencia entre las mujeres más lanzadas. Sin embargo, lo que realmente se lleva el premio a la novedad en esta temporada son los accesorios rojos con acabados en negro o en caqui.
Una tendencia marcada por el regreso de los zapatos rojos a las pasarelas, acompañados de bolsos muy prácticos y juveniles en el mismo color. El complemento de este tipo de accesorios son los cinturones en gamuza roja con hebillas doradas, negras o en tonos café.
Por último, el show en rojo y negro se lo llevan los aretes y collares. Diferentes figuras y diseños que completan este panorama rojizo con el que finaliza el 92 y comienza el 93. Una búsqueda de combinación tradicional que en su presentación y creaciones entrega a las mujeres de hoy una temporada eleqante y alegre.
PRIMAVERA A TODO COLOR
POR ESTA EPOCA DEL AÑO, LAS GRANdes casas de la moda se encuentran en la tarea de lanzar al ruedo nuevas propuestas para que los amantes de la moda tengan al alcance de la mano, un sinnúmero de posibilidades y llevar bien puestos los pantalones.
Y es que en esta temporada de fin de año la creatividad no tiene límites. Las máquinas no detienen su producción, entre hilos y telas van desfilando por las pasarelas internacionales y nacionales las nuevas tendencias para la temporada primavera-verano del 93. Se trata de una gran colección que encierra cuatro nombres básicos: Paraíso, Nirvana, Arcadia y Bedlam. Cada una de ellas posee un encanto especial, pero todas cuentan con características propias que marcan la diferencia y crean diversos mundos de color, texturas, siluetas y diseños para festejar en grande la llegada de una de las épocas más cálidas del año. Una fiesta que dará mucho de que hablar durante los primeros seis meses del próximo año. Porque para los grandes diseñadores el 93 es un año de grandes sorpresas, de cambio y con mucha proyección. Por eso, aseguran que las cuatro tendencias que hoy aparecen sobre la mesa serán definitivas para que su majestad, la moda, conquiste nuevos escenarios.
COLORIN COLORADO
Mezclas discordantes de color que cubren la figura, es el principio de la creación Bedlam. Se trata de una tendencia en busca de sensaciones de profundidad y movimiento en los diseños. Por eso, cada parte del cuerpo es tomada como un lienzo, animado por vibrantes collages de grafitis, fotografía y figuras geométricas descomplicadas. Elementos que imprimen a las prendas un dinamismo fuera de serie. "Esta tendencia es dinámica, abierta, descomplicada y alegre. Cuenta con todos los elementos esenciales para recrear un mundo de fantasía en cada centímetro de material que se utilice", aseguró María Elvira Maldonado, diseñadora colombiana.
Asímismo, las telas están encargadas de producir los altos contrastes que marcan esta tendencia. Muchas capas de materiales transparentes, uno encima del otro,con el propósito de crear efectos interesantes de color y el kaleidoscopio tie-dye (teñido con nudos). Características que experimentan un largo retorno para la temporada primavera-verano del 93.
Asímismo, la lycra hace parte del paquete de materiales Bedlam. Se combina con vibrantes formas y rayas étnicas en busca de una aproximación al bodywear .
En cuanto a los cortes se refiere, la forma trapecio y coccon (capullo) son básicas para enfatizar el corte predominante ceñido al cuerpo. Dos categorías que convierten a las prendas Bedlam en diseños descomplicados, sencillos y a la vez, sofisticados.
Los estampados, sin embargo, se llevan todos los honores. "Pop Art, pintura corporal, simple imaginería fotográfica de imágenes borrosas, son las claves para la inspiración de esta tendencia. Todo con el propósito de alcanzar ese ruidoso caos de exitación por medio del color", afirmó la diseñadora.
Otra de las características de la tendencia Bedlam es el color. Desde los rojos más intensos hasta los amarillos más brillantes pasando por los verdes, los azules y los rosados, entre otros son las tonalidades eleqidas para matizar las prendas de esta temporada. Una sinfonía de color que invade las paletas de la creación para componer nuevas melodías al compás de las grandes propuestas del 93.
Como se trata de una moda para primavera, las bermudas, las camisetas y las faldas cortas son los protagonistas de la historia Bedlam. En primer lugar, las bermudas se utilizan a la mitad de la pierna, ceñidas al cuerpo pero sin que la incomodidad haga parte del atuendo. Las barras de color logran un efecto especial sobre estas prendas. En segundo lugar, las blusas están diseñadas como complemento de las bermudas. Algunas, sin embargo, llevan un estampado diferente al de la bermuda. Se trata, en pocas palabras, de un diseño sin rigidez en las formas. Los cortes son amplios y los detalles importantes. Por eso, las blusas Bedlam, son sinónimo de movimiento, versatilidad y dinamismo.
Finalmente, las faldas Bedlam se llevan cortas y largas. Pero la verdad es que en los materiales esta la esencia de cada una de ellas. Los diseños y los cortes envuelven el cuerpo para crear juegos de formas indescifrables.
En fondo totalmente negro, las faldas llevan figuras geométricas a lo largo y ancho del diseño. Se crean, entonces, los fuertes contrastes que caracterizan una temporada mágica para el maravilloso mundo de la moda: primavera-verano 1993.