Especiales Semana

TURISMO Y VACACIONES

8 de abril de 1991

LA RUMBA DEL CARIBE
A lo lejos, en un mar multicolor de aguas tibias, los veleros remontan los crestas de las olas que van y vienen en un ritual sin fin. El viento sopla sin desmayo, juguetea con las velas de las embarcaciones que se pierden en el horizonte y dejan sin resuello a sus capitanes, quienes hacen maromas para mantenerlas a flote y evitar el naufragio.

Más aca, en la arena fina y dorada, el agua acaricia los cuerpos de hombres y mujeres tostados por el sol que se entregan al descanso . Y mas allá, el bullicio de los deportistas que disputan un encuentro de voleibol, rompe de un tajo el siiencio sepucral, en compañia del acompasado movimiento de las palmeras que a esa hora se contonean al ritmo de las ráfagas de viento cargadas de arena y de sal.

Ahí, en medio de un mar que parece un camaleón y de un cielo azul intenso, tres mil personas se congregan para vivir durante una, dos y hasta tres semanas, una ilusión, en una de los sitios más paradisiacos del Caribe. Ese nombre que encierra vida, reggae, sensualidad, sueños... está localizado en República Dominicana: Punta Cana Beach Resort. una villa que se especializó en el descanso, en convertir el ocio en recreación. En 30 fanegas de tierra, el viajero encontrará el ideal de unas vacaciones con todo el confort. En mitad de una exuberante vegetación se construyeron cabañas con todos los requisitos de una habitación de hotel de cinco estrellas, con el ingrediente de que en las noches se tiene la sensación de dormir en medio del mar. Para quienes no gusten de esta aventura marítima, también se edificaron torres de cinco pisos, apartadas de las olas y brisa.

Baile y ejercicio

Los rumberos tienen a su disposición una discoteca que funciona toda la noche.
Y alli, en medio de la música americana, el reggae, surge el merengue: el rey de República Dominicana. Los nativos enseñan a los turistas los sensuales movimientos de un ritmo encabezado por Juan Luis Guerra .
¿Y los deportistas? No tienen ningún problema. Canchas de tenis, voleibol, baloncesto, piscinas, caballos y todos los deportes acuaticos, están a su disposición. Para los principiantes hay un incentivo: profesores las 24 horas del día, que además de promover el deporte entre la villa, hacen las veces de salvavidas. Y quienes sólo quieren permanecer al sol desde que éste despunta el alba, encuentran una biblioteca con los principales títulos editoriales en inglés, francés, alemán y español.

Nada se ha dejado al azar. Por eso durante todo el año Punta Cana Beach Resort permanece al tope de su capacidad. Sus visitantes son en un 90 por ciento europeos, especialmente alemanes. Pero los latinos también aportan su cuota y los colombianos no se han quedado atrás. Actualmente las empresas de turismo tienen planes de hasta ocho días y siete noches, los cuales incluyen pasaje aéreo, traslados, alojamiento, desayuno y cena, impuestos de alojamiento y todos los servicios que ofrece la villa por un costo que oscila entre los 800 y los 1.100 dólares.

Semana Santa es una oportunidad para conocer uno de los lugares más exóticos del Caribe. Además de los siete días en la villa, los viajeros tendrán la oportunidad de conocer los otros encantos de la Republica Dominicana, pues el viaje de Santo Domingo a Punta Cana es via terrestre y tiene una duración de tres horas. Tiempo suficiente para vivir toda la intensidad de un país que parece pintado en acuarelas por los colores de su naturaleza y por ese hechizo musical que sólo el Caribe es capaz de ofrecer.