Especiales Semana

TURISMO Y VACACIONES

25 de noviembre de 1991

EUROPA CON SABOR CARIBE
ALGO MAS QUE PLAYA Y MAR DEBE HABER tenido desde siempre la isla caribeña de Saint Martín, para que haya sido el epicentro de tan interesante historia de piratas y aventureros en el siglo XVII. Luego de varios años de luchas internas entre los diversos grupos de descubridores que quisieron convertirla en colonia de sus países, sólo dos quedaron en pie: franceses y holandeses.
Y al final, como en una historia de buenos amigos, decidieron compartirla. Por eso hoy Saint Martín (o Saint Maarten) cuenta con dos gobiernos, dos banderas y tres culturas: las de sus colonizadores y la caribeña.
Muy cerca de Puerto Rico, en el corazón del Caribe, Saint Martín es ya un destino de tradición turistica entre norteamericanos y europeos. Cuenta con más de 35 playas algunas nudistas bañadas por un mar cristalino y calmado. Sobre ellas se ha desarrollado una infraestructura hotelera de excepción. Casi podría decirse que hay más suites y cabañas para los visitantes, que casas para los habitantes permanentes de este paraíso. Y, en el mismo orden de ideas, podría pensarse que hay más veleros que automóviles. Porque no hay duda de que Saint Martín se ha convertido en uno de los puntos predilectos por los amantes del suffing.
Pero si bien en Saint Martín la playa y los deportes marinos constituyen uno de los mayores atractivos, aquellos que decidan alquilar un auto y recorrer las vías que en pocos kilómetros suben y bajan como si se tratara de una montaña rusa, encontrarán muchas sorpresas.
Para empezar, comprenderán que la isla realmente está dividida en dos: la parte holandesa y la francesa Y cada una cuenta con caracteristicas propias. De hecho, cada capital es un mundo diferente Marigot (la francesa) es una villa romántica. Desde la bahía, una serie de faroles esbeltos parecen diseharle un camino al sol en cada atardecer. Los restaurantes de madera, con terrazas y mesas en el exterior, se codean con boutiques y tiendas donde se vende la última moda de París Philipsburg (la holandesa) es más moderna, con tiendas gigantescas, grandes casinos y hoteles que parecen haberle robado un terreno al mar para proyectar sus zonas verdes.
Pero, a pesar de su origen, Saint Martín sigue siendo caribeña. Por eso no hay forma de escapar al merengue y al son que brotan de cada esquina. De manera que los amantes de la rumba no corren el peligro de aburrirse allí.
Como atractivos adicionales, Saint Martín goza de las ventajas de los puertos libres y, por su ubicación, se constituye en punto de partida para emprender cruceros por el Caribe Cruceros que, en un solo día, pueden mostrar un panorama de ésta y las islas vecinas que siguen siendo el furor del turismo en Europa.
Saint Martín es un destino que Alvaro Vélez y Cía promociona a partir de la próxima temporada de vacaciones con el programa semanal en vuelos charter y el sistema de