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Con la fusión de ‘NTC’ y ‘Programar’ surge un tercero que busca competirles en serio a ‘RCN’ y ‘Caracol’.

29 de octubre de 2001

Daniel Coronell y Jorge Acosta, director y gerente del noticiero de televisión NTC, no podían creerlo cuando les llegó la propuesta de fusionar su programa con otros informativos similares. Podría convertirse en la última oportunidad de la televisión pública para ofrecer una alternativa noticiosa a los televidentes.Desde cuando arrancaron los canales privados de televisión, RCN y Caracol, Coronell había intentado unir a los 12 programadores del canal Uno para crear una estrategia que les permitiera competir con semejantes gigantes.

Siempre ha estado convencido de que no es posible enfrentarse con éxito a los dos canales privados sólo a punta de buena calidad. Cree que es necesario ponerse de acuerdo para programar franjas que cultiven la fidelidad del televidente, para lograr que un programa le entregue audiencia al siguiente y asegurar los mejores ratings en el horario estelar —lo que en el argot televisivo se llama arrastre—y para no duplicar recursos técnicos y humanos para producir a bajos costos.

Pero no fue posible lograrlo en el canal Uno, en el que era adjudicatario de 9,5 horas. “Eran 12 empresas, 12 canalitos en un canal, y era complicado unir criterios”, dijo en esa oportunidad Jorge Barón, dueño de su programadora.

En parte Coronell no lo logró porque todavía al despuntar el 99 la televisión mixta —canales públicos y programadoras privadas— funcionaba a las mil maravillas. Los buenos espacios daban suficientes utilidades para mantener el negocio y conservar el glamour que daba ser empresario de televisión. Pero ni siquiera cuando la crisis de la televisión estalló fue fácil unir a los sobrevivientes. Hoy quedan apenas 16 de los 25 adjudicatarios originales y dos más están en trámites para devolver sus espacios. Audiovisuales, la programadora estatal, ha tenido que hacerse cargo de 102 horas de los canales públicos. Apenas cinco programadoras activas están al día en sus pagos a la Comisión Nacional de Televisión y las demás tienen deudas que suman casi 14.600 millones de pesos. Y todo eso después de una ley —la 680 de 2001— que redujo tarifas, permitió reestructuraciones y flexibilizó fusiones.

Pero al fin, este año, Coronell pudo realizar su sueño de hacer una fusión de verdad; una que no sólo produjera economías de escala sino que permitiera unir esfuerzos para competirle a los grandes en uno de los terrenos más complejos, el de las noticias.

El origen

Carlos Hernando Ramírez, gerente del prestigioso noticiero CM&, que llegó a ser el rey del rating en la televisión, les propuso a Coronell y a Augusto Ramírez, gerente de Programar, que hace el Noticiero de las 7, que comenzaran a trabajar en serio en una fusión para crear un solo noticiero.

En un primer acuerdo en borrador coincidieron en que debían ir por terceras partes en la nueva producción. Esta operaría bajo un solo gerente y tendría un solo director. Escogerían la sede más conveniente y los mejores equipos. El problema era decidir quién y cuáles en cada caso.

El empresario textilero Pepe Douer, Yamid Amat y Juan Gossaín, socios de CM&, y el accionista de SEMANA Felipe López, en representación de Programar, tuvieron varias reuniones. En ellas acordaron que el director fuese Coronell, el gerente Acosta (de NTC), la sede y los equipos de Programar. Faltaba decidir el nombre del noticiero.

Yamid Amat insistió en que CM& era un nombre con un gran prestigio y que no podía sacrificarse con la fusión. Algunos de sus socios lo respaldaron. De nuevo vinieron las consultas, los ires y venires, y a la postre quedó sobre el tapete la propuesta de que todas las emisiones del nuevo noticiero se llamaran CM&.

Sin embargo para entonces los accionistas de ese noticiero ya habían reconsiderado toda la idea y resolvieron retirarse del proyecto. Algunos citaron entre las razones para hacerlo los planes futuros de Amat y otros el hecho de que Coronell estuviese imponiendo las claves del nuevo noticiero, como los presentadores. El gerente Hernández le restó importancia a las cuestiones personales. Explicó que simplemente los socios consideraron que era mejor seguir siendo independientes y esperar a ver cómo evolucionaba la reactivación de la economía y la legislación para los canales públicos.

“Ellos querían ir más rápido y nosotros pensamos que puede haber una mejor coyuntura para este tipo de alianzas”, dice Hernández.

El proyecto

A pesar de la salida de CM& fusionar dos noticieros como NTC y el Noticiero de las 7 seguía siendo una necesidad pues estaban convencidos que de seguir separados podrían desaparecer. Ambos tienen reputación y una audiencia. NTC oscila entre 10 y 16 puntos de rating, en ocasiones el más alto de los canales públicos. El Noticiero de las 7 tiene entre 6 y 8 puntos de rating.

Esta unión, que se llamará Noticias Uno —retomando el viejo nombre de un noticiero que la gente recuerda como especialmente profesional e independiente—, estará al aire a partir de febrero. Saldrá entre semana a las 7 de la noche y los fines de semana y festivos a las 7:30 y a las 9:30 de la noche.

Estos periodistas-empresarios dicen que la idea no es rebajar costos, una tendencia en la que está metida toda la TV pública y que en muchos casos ha sacrificado la calidad. Dicen que es todo lo contrario. Quieren competir con los privados en contenidos y comercialización. Y después de echar números aseguran que las cifras les dan. Esperan vender 15.000 millones de pesos en pauta sólo en los programas informativos el primer año —apenas alrededor del 5 por ciento del total de la publicidad neta de la televisión—. Según su presupuesto, los costos no superarán esta cifra. Esto les permitiría mantener el negocio y amortizar las inversiones del lanzamiento, que alcanzan los 1.000 millones de pesos, antes de que termine la licitación que les adjudicó los espacios hasta 2004.

Con alianzas con otras programadoras, como Telecolombia, Jorge Barón y Colombiana de Televisión, piensan crear unas franjas recreativas y de otros géneros que les den arrastre a sus noticieros.

Y la nómina —lo más llamativo del nuevo Noticias Uno— es sin duda de lujo. Sólo en la presentación están Catalina Aristizábal, hoy la estrella de las noticias de farándula de RCN; Hernán Peláez, quien será el director de deportes; María Cristina Uribe, presentadora exitosa en el prime time de Caracol, y Félix de Bedout, presentador de NTC.

También contrataron al animador Jota Mario Valencia para que se haga cargo de un largo programa vespertino de entretenimiento.

Ante la situación económica actual, y todavía con serios obstáculos legales como, por ejemplo, no poder variar los horarios según la programación de la competencia, como sí lo hacen los canales privados, este nuevo esfuerzo es por lo menos audaz desde el punto de vista empresarial.

“Me gusta lo que están haciendo, dice Juan Gossaín. Por fin se sacudieron los canales públicos porque para competir con los canales privados es así con gente por lo alto, con inversión, con el riesgo que ello implica. Es el primero que se atreve a enfrentársele a los grandes de igual a igual”.

Carlos Delgado Pereira, presidente de la Asociación Nacional de Anunciantes, está de acuerdo. “Me parece sanísimo desde el punto de vista comercial, dice. Entre más opciones viables y fuertes haya, que le permitan al anunciante llegar, mejor”.

Para los integrantes del nuevo proyecto también es importante abrirles opciones a los anunciantes, pues afirman que con frecuencia los canales privados abusan de su posición dominante en el mercado. El que entre Caracol y RCN absorban más de la mitad del total del mercado publicitario en televisión, como lo muestra la gráfica, obliga a los anunciantes a aceptar sus condiciones, afirman. También sostienen que imponen salarios bajos y pactos que impiden que un profesional de un canal se vaya a otro.

No obstante los canales lo niegan. “Es falso que estemos acordando tarifas publicitarias o que estemos imponiendo condiciones laborales pactadas, dice Paulo Laserna, presidente del canal Caracol. Lo que pasa es que los dos canales estamos con deudas muy altas y ambos estamos en el plan de bajar los costos y mejorar las tarifas, que siguen siendo bajas comparativamente con otros países”.

Gabriel Reyes, presidente de RCN, coincide: “Si esto fuera cierto ya no tendríamos pauta, y por el lado de los empleados puedo citar los casos del productor Juan Maldonado y del periodista Sergio Barbosa, que salieron de RCN y se fueron para Caracol”.

En efecto, los dos canales tienen pasivos financieros considerables (de alrededor de 100 millones de dólares cada uno) y esto incide en su presión por bajar costos.

De todos modos ampliar la competencia es bienvenido por todos los actores. Si, como aspira el proyecto de Noticias Uno, logran quedarse con el 15 por ciento de la pauta de la televisión, habrán creado una sana alternativa a trabajadores y anunciantes en el mercado.

Tras la independencia

Para Coronell la clave del éxito de este proyecto no está tanto en su capacidad comercial o en su habilidad para controlar costos sino en lograr estructurar un proyecto verdaderamente independiente desde el punto de vista informativo. “Es la última oportunidad de la televisión pública de proponer información independiente sin amarre de intereses”, dice el futuro director de Noticias Uno.

Es con esta visión, más que con la chequera, con la que han convencido a las estrellas que se han sumado a este proyecto. “Es una opción diferente en el contenido y en la forma, dice Peláez, explicando por qué se metió al proyecto. Es un acicate para que los canales privados piensen menos en el matrimonio y más en la competencia porque el beneficiado es el televidente”.

Para ratificar su vocación alternativa dicen que están contratando personas como el investigador periodístico Ignacio Gómez, uno de los más premiados del país.

“Me parece una opción distinta y eso es bueno —dice Yamid Amat, director de noticias del canal Caracol—. Entre más pluralidad haya, será más democrática y abierta la información”.

En el país hay preocupación por el hecho de que dos de los grupos empresariales del país tengan un control tan grande sobre la información masiva. Juntos controlan casi el 70 por ciento de la audiencia de toda la televisión que se ve en Colombia (ver gráfica). Esta preocupación es mayor ahora, cuando el país está pasando por una coyuntura tan difícil. En el tema de la paz y la guerra, por ejemplo, los canales han sido seriamente criticados por la forma como manejan la información. Han sido tildados de amarillistas y criticados por carecer del suficiente contexto. En el tema electoral, en un país donde los candidatos cada vez están más condenados a realizar una campaña virtual por la inseguridad, el pluralismo informativo es central para la democracia.

¿Podrá Noticias Uno hacer una televisión alternativa a la de los canales privados? “Son los mismos con las mismas, dice Laserna. Igual de independiente que eran Coronell en RCN, o Peláez y María Cristina Uribe en Caracol, lo serán en su nuevo noticiero. Trabajarán con la misma autonomía que en los canales cuando estuvieron”.

Por su parte Reyes, de RCN, dice: “Coronell se presenta como un salvador, como la tercera vía, cuando estuvo aquí fue amarillista y sensacionalista, así que no hay diferencia”.

Coronell acepta en parte las críticas, y sostiene que va a “reinventarse” como director. Pero está convencido de que será una alternativa real. Dice que va a presentar un noticiero con buen ritmo, pero más profundo, que informe a la gente lo que necesite saber, no importa qué intereses afecte. Y que quiere rescatar la crónica y el relato televisivo. “Ofrecerle a la gente en el ‘prime time’ algo más que telenovelas, que es a lo que han condenado los privados a sus audiencias”.

Quién tenga la razón sólo se sabrá cuando Noticias Uno salga al aire. Ojalá por la salud de la industria y por la de la democracia el grupo de Coronell enfrente airoso el enorme desafío.