Especiales Semana

Un modelo de gestión

Barranquilla es hoy un ejemplo de atención al tener asegurado el 94,5 por ciento de la población del régimen subsidiado., 123324

16 de octubre de 2010

A finales de 2007, la salud de Barranquilla estaba en cuidados intensivos: en los centros de atención los médicos brillaban por su ausencia, los pacientes no iban a los hospitales de la red pública porque les tocaba pagar y el paseo de la muerte era tema obligado de los diarios. Además, la deuda con los proveedores ascendía a 30.000 millones de pesos. El colapso de la red pública de hospitales, integrada por varios niveles de atención, era de dominio público, solo faltaba declararlo, como lo hizo el gobierno del alcalde Alejandro Char ante la gravedad de los problemas.

El 26 de diciembre de 2008, el Distrito empezó un nuevo proceso al cambiar la estructura de los puestos de salud y el concepto de atención, con lo que se rediseñó la red prestadora del servicio. La primera tarea era distribuir la atención en las cinco localidades, en especial en las tres más grandes, donde se concentra la población del régimen subsidiado. El concepto se definió al denominarlos Puestos de Atención Oportunos de primer nivel (Pasos), que ofrecen los servicios de medicina general, odontología, nutrición, psicología y toma de muestras, entre otros.

También se estableció que las mujeres embarazadas, los adultos mayores y los menores de cinco años eran los grupos prioritarios. El modelo de atención cambió porque se encontró que el transporte era una barrera para acceder al servicio. Un paciente se gastaba 15.400 pesos entre su residencia y el centro de atención. Entonces, la prioridad era acercar la salud a los ciudadanos.
 
Otro criterio que se estableció fue que se contrataría la operación con una EPS con capacidad operativa, y se eligió a Caprecom IPS. El Distrito acordó que los recursos serían girados al prestador, con lo que se eliminó la intermediación. El modelo contempla el aseguramiento a familias con el plan de beneficios nivelado, con los mismos derechos que tienen los usuarios del régimen contributivo.

Definidos los conceptos elementales con miras a que la población del régimen subsidiado recibiera el servicio, se decidió construir 34 Pasos (puestos de salud) y 12 Caminos (hospitales de segundo nivel) en las cinco localidades, y conformar un grupo que se llama los Caminantes de la Salud, encargados de visitar a los carnetizados en su casa. Hoy hay 384 caminantes que tienen a su cargo 500 usuarios.

Tras dos años de puesto en marcha por la Secretaría de Salud, se han construido 12 de 33 Pasos y cinco de 12 Caminos, con una inversión de 40.000 millones de pesos. Para poder garantizar que operen esos hospitales se necesita que esté asegurada la totalidad de la población. Además, los pacientes no tienen que buscar al médico, pues los caminantes de la salud los están llevando a los centros de atención. Actualmente la ciudad ya ha pagado las deudas de la red de hospitales en liquidación y alcanzó una cobertura del 94,54 por ciento de la población del régimen subsidiado. De ese modo, entregó a 524.000 habitantes los mismos servicios que reciben los vinculados al régimen contributivo.

Hoy se atiende una mayor cantidad de usuarios y el costo para el sistema es el mismo. En 2008, por de ejemplo, se atendían 15.000 consultas de odontología, hoy son atendidos 45.000 usuarios.
Un aspecto importante del nuevo modelo es la prevención. Los pacientes son llevados a los Pasos y los Caminos, y reciben capacitacón sobre estilos de vida sanos. Con esta estrategia han encontrado que donde hay caminantes hay prevención y están disminuyendo los factores de riesgo.
El modelo estableció cuatro pasos: el primer nivel es promoción, prevención, atención primaria y fomento de la salud a cargo de los caminantes. El segundo es mantenimiento, la consulta externa que se brinda en los Pasos y la recuperación de la enfermedad. El tercer nivel se brinda en los Caminos, con urgencia y hospitalización, y el último nivel son las acciones complementarias para los casos de mayor complejidad.

En el barrio Rebolo, en el suroriente de Barranquilla, hace dos años había un puesto de salud con una médica general y una enfermera. Entre las dos atendían diariamente a 20 pacientes, en malas condiciones sanitarias. Allí se construyó el primer Paso, que atiende ocho horas en consulta externa a 20.000 habitantes del sector. Hoy son cuatro médicos generales y cada uno atiende un promedio diario de 25 pacientes.

Casilda Lara, coordinadora del equipo médico, dirige al grupo, de profesionales que además atienden con especialistas en varias disciplinas. Los casos de urgencia son atendidos por el hospital de segundo nivel en La Chinita. Las metas del Distrito a 2011 no solo fueron cumplidas, sino que la salud en Barranquilla, que se encontraba hace tres años en cuidados intensivos, pasó a ser un modelo a nivel nacional.