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Una lucha por la igualdad

Aunque la marcha del orgullo gay cumple 15 ediciones, la población LGBT (lesbianas, gays, bisexuales y transexuales) aún reporta discriminación y trabas que les impiden disfrutar los derechos que les han sido reconocidos.

25 de junio de 2011

En Colombia, las parejas del mismo sexo no son consideradas familia, pero en la práctica hay muchas que viven como tal. Según Mauricio Albarracín, activista, abogado y asesor de Colombia Diversa*, el Estado no las acepta ni ha calculado cuántas son y mucho menos sabe en dónde viven, para elaborar políticas públicas nacionales.

Aun así, cada vez es mayor la visibilidad de esta población y su lucha por la igualdad. Entre sus logros está el de 1980, año en el que los actos homosexuales masculinos fueron despenalizados. A partir de la Constitución de 1991, estas conductas fueron amparadas, entre otros, en los principios de dignidad, igualdad, libre desarrollo de la personalidad, intimidad y pluralidad. Y en 1998, la Corte Constitucional dijo: "La homosexualidad es una condición humana que implica la elección de una opción de vida tan respetable y válida como cualquiera, en la cual el sujeto que la adopta es titular, como los demás, de intereses que se encuentran jurídicamente protegidos".

En cuanto a los derechos de las parejas del mismo sexo, una sentencia de la Corte de febrero de 2007 les reconoció los mismos que tienen las conformadas por un hombre y una mujer que sin estar casados llevan una comunidad de vida permanente. Así, legalizar la unión en una notaría o en un centro de conciliación se convirtió en una prueba para afiliar a la pareja a salud, recibir el beneficio de la pensión y permitir que en caso de muerte de alguno de los dos, el otro pueda ingresar de inmediato al proceso de sucesión.

El problema actual, señala Albarracín, es que algunas entidades y funcionarios les ponen obstáculos a estas parejas para acceder a los derechos. "Se encuentran con requisitos adicionales, demoras y trabas", dice Germán Humberto Rincón Perfetti, activista y abogado especialista en Derechos Humanos.

Para lograr que haya una plena igualdad, la Corte Constitucional debe reconocer que las parejas del mismo sexo que viven en unión libre constituyen una familia. De acuerdo con Rincón Perfetti, actualmente los hijos de una pareja del mismo sexo no pueden ser herederos del compañero de la madre o padre que legalmente los adoptó o biológicamente los tuvo. Esta persona tampoco puede autorizar tratamientos médicos en caso de emergencia ni interactuar oficialmente con la escuela o colegio al que asisten los niños.

En caso de que el vínculo se disuelva, la pareja del padre o madre legal no puede pedir la tenencia o derecho de visitas ni puede ser obligada a continuar apoyando económicamente a la familia. Si la madre o el padre legal mueren, los menores de edad tampoco pueden pasar a la custodia de su pareja.

Ahora que hay una mayor igualdad, la idea de algunos activistas es no continuar peleando con la Iglesia o con el procurador, sino preguntarles a los empresarios, al gobierno y a todos los actores posibles qué están haciendo para promover la inclusión y evitar la discriminación.

*Organización no gubernamental que trabaja en favor de los derechos de lesbianas, gays, bisexuales y transgeneristas (personas LGBT) en Colombia.