Especiales Semana

VALLE DEL CAUCA

23 de mayo de 1988

PROARTES. LOS ABANDERADOS DE LA CULTURA
Con la premisa de que "siempre se necesita un apoyo económico para impulsar la cultura", Amparo Sinisterra de Carvajal y un grupo de personas amantes de las bellas artes, comenzaron hace cerca de 10 años la dura labor de recoger fondos para crear una asociación promotora de la cultura en todas sus manifestaciones.
Aprovechando su fama de "mujer de la cultura", y su ascendiente en el medio valluno, Amparo inició un recorrido por las grandes empresas de su departamento, con el objeto de convencer a sus representantes de la importancia del proyecto. "Cada visita mía le representaba a las empresas un cheque por un millón de pesos, anota la actual presidente de Proartes, pero gracias a ese voto de confianza hemos logrado desarrollar en el Valle del Cauca, y principalmente en Cali, una especie de fortín de la cultura".
Con las primeras donaciones empezaron a gestarse proyectos como la Orquesta Sinfónica de Cali y el Museo de Arte Moderno La Tertulia, y poco a poco Proartes se fue convirtiendo en una especie de pulpo que cada vez iba ampliando su radio de acción sobre nuevas manifestaciones artísticas.
Una de las ideas básicas de Proartes ha sido cambiar la mentalidad de violencia y agresión por un frente de paz, canalizado muchas veces a través del arte. Para esto se ha logrado popularizar la cultura en Cali, de manera que todo tipo de gentes, sin importar su procedencia o su nivel socio-económico, tengan acceso no sólo a las presentaciones de artistas ya consolidados, sino también que ellos mismos puedan dar a conocer sus primeras pinceladas o sus primeros versos, y puedan participar de los medios de formación artística.
"Otra premisa básica, asegura Claudia Blum de Barberi, la directora ejecutiva, es la de crear una conciencia decididamente artística. Y para esto lo más indicado es comenzar por el principio, es decir por los niños. De ahí que uno de los frentes principales de Proartes es el de la organización permanente de actividades infantiles, que van desde las escuelas de danza, canto y pintura en los sectores marginados, hasta el proyecto, ya aprobado, de construír el Centro Cultural de Arte Rafael Pombo en el Parque de la Caña. Ya tenemos el lote. Allí se desarrollará todo tipo de talleres, tendremos una biblioteca infantil, escenarios para diferentes actividades... Es uno de los mayores logros de la institución. El otro grande, en cuanto a locaciones físicas se refiere, es la nueva sede de Proartes, en una antigua edificación en el corazón de Cali, donde funcionó la primera gobernación del Valle del Cauca".
En el frente infantil también se ha trabajado mucho con los colegios, por ejemplo a través de concursos y talleres diversos. Se invitó a los niños a pintar la portada del directorio telefónico, y se recibieron 3.333 trabajos. También se ha impulsado la lectura, para que los niños no se dediquen exclusivamente a la televisión.
Pero, tal vez, la más conocida de las actividades de Proartes es el Festival Internacional de Arte de Cali, cuya tercera edición se llevará a cabo entre el 5 y el 21 de mayo próximos. Este es un verdadero despliegue de la cultura, que agrupa todas las manifestaciones y todos los públicos.
Diecisiete representaciones teatrales de Colombia y el exterior, 30 proyecciones cinematográficas, doce exposiciones artísticas y fotográficas, ocho conferencias, tres recitales poéticos, un maestro homenajeado (Alvaro Mutis), seis concursos artísticos y siete conciertos clásicos y populares, son algunos de los eventos que forman parte de la extensa programación.
Pero el Festival no es un evento suelto. En realidad es la culminación del trabajo de un año entero, a lo largo del cual se han promovido los diferentes concursos, se han realizado actividades preliminares y, por supuesto, se ha informado periódicamente sobre los participantes y los eventos. Dentro del Festival, la "Calle del arte" es la confirmación del interés de Proartes por democratizar la cultura.
Los artistas que quieran intervenir en el evento, ofreciendo espectáculos en los mejores escenarios, deben aceptar también la invitación a presentarse en la calle, donde cualquier público tenga acceso y donde los formalismos se dejan atrás. "El Festival, anota Claudia Blum de Barberi, también es una oportunidad para que el pueblo colombiano intercambie conocimientos con los artistas de otros países. Por eso siempre trataremos de intensificar la participación extranjera. La meta es ahora que el Festival se convierta, realmente, en el punto de encuentro de los artistas Hispanoamericanos".
De modo que en nueve años, la labor de Proartes parece ya una institución centenaria. La clave está en el espíritu cívico de los vallunos, en el aporte de importantes empresas locales y nacionales y en la acción permanente y desinteresada de un grupo de benefactores, entre los cuales vale la pena destacar el nombre de Mario Fernando Prado, Fernando Cruz Kronfly, Umberto Valverde, Carlos Vásquez Zawadski, Miguel González, Claudia Blum de Barberi y Amparo Sinisterra de Carvajal, con la seguridad de que otros muchos nombres habrán quedado por fuera del listado.