Especiales Semana

VALLE DEL CAUCA

14 de mayo de 1984

NO SOLO DE AZUCAR VIVE EL VALLE
Además de la caña, el departamento experimenta con éxito otros cultivos.
Azúcar, esa voz árabe que significa granos dulces, es el principal producto agrícola del Valle del Cauca, donde existen más de 135 mil hectáreas cultivadas de caña de azúcar en el valle geográfico que comprende desde Santander de Quilichao hasta Risaralda.
Traída al nuevo mundo en el segundo viaje de Colón, e introducida a Colombia desde las Antillas, un siglo después por los conquistadores españoles, la caña de azúcar se concentra básicamente en el suroccidente del país donde hoy existen 15 ingenios azucareros que producen aproximadamente 20 millones de quintales de azúcar al año, de los cuales 6 millones son exportados. Además de la miel final utilizada en el país para alimentos de animales, fabricación de concentrados y de alcohol para la industria del licor y la perfumería, que equivale a 317 mil toneladas, de ellas 200 mil incrementan las exportaciones del producto, efectuadas de acuerdo con las cuotas fijadas por el convenio internacional del azúcar y con el prefinanciamiento de Proexpo. De estas exportaciones, 65 mil toneladas son destinadas a Estados Unidos, cuota que se cumple estrictamente por tener un precio mejor remunerado que el que ofrece hoy día el mercado mundial. El resto se vende en el mercado abierto a operadores de la bolsa de Nueva York, y se distribuye a diferentes países del mundo.
La caña de azúcar no sólo representa 80 o 90 millones de dólares anuales para el país -esto depende de los precios en los mercados internacionales-, sino 42 mil empleos directos, cada uno de los cuales según los economistas se multiplica por 5 empleos indirectos. También el bagazo que antes sólo servía de estorbo en los ingenios, se está suministrando como materia prima para la producción de papel y tableros estilo tablex.
Los productores de la caña de azúcar se agrupan como gremio desde hace más de 23 ahos en Asocaña -Asociación de Cultivadores de la Caña de Azúcar de Colombia-, a ella pertenecen la mayoría de los cultivadores del Valle del Cauca, de los Santanderes, los de Cundinamarca y la Cooperativa Panelera de Santander. Según Alberto Bernal Correa, miembro principal de la Junta de esta Asociación, en los últimos años la frontera azucarera del valle geográfico del río Cauca no ha crecido y su aumento depende de la productividad del área cultivada. Interrogado por SEMANA sobre el principal problema de la industria azucarera, señaló la plaga de la roya y el carbón que azotan esta materia prima, las cuales son combatibles únicamente con variedades de matas resistentes que Cenicaña -Centro de Investigaciones de la Caña de Azúcar de Colombia- desde su creación en 1978 se encarga de estudiar y difundir entre los interesados. Además de prestar asesoría en la implantación de nuevas tecnologías en el cultivo, con base en la aplicada en países donde la industria azucarera está más avanzada.
En el proceso industrial de la caña de azúcar se vienen introduciendo paulatinamente -para evitar traumas con efectos socioeconómicos- adelantos técnicos, sin desplazar mano de obra y capacitando personal nacional. Además en las labores agrícolas y de transporte, en los últimos años se ha avanzado en la implantación de nuevas técnicas que permiten llevar adelante las diferentes etapas en forma económica especialmente en lo que se refiere a combustible.
En la actualidad los ingenios del Valle del Cauca muelen desde mil quinientas hasta 6 mil quinientas toneladas de azúcar cada 24 horas, cifras que en el futuro se piensan incrementar por medio del perfeccionamiento del proceso productivo, mientras se continúa luchando con la competencia de edulcurantes diferentes al azúcar, que vienen presentándose en los mercados internos y externos.

OTROS PRODUCTOS
Pero el Valle no sólo siembra caña de azúcar; su producción de soya, sorgo, café, algodón, arroz y fríjol, abastecen en buena parte al país. Por eso en su territorio se ubica el Centro Internacional de Agricultura Tropical -CIAT-, el cual se propone imprimir un doble impulso al desarrollo de la agricultura de América Latina y el Caribe. Sus estudios se ocupan de productos alimenticios básicos en el hemisferio occidental. La dimensión de esta institución es mundial, y su sede principal se encuentra entre Cali y Palmira, donde en 522 hectáreas se distribuyen laboratorios experimentales de fríjol, yuca, arroz y pastos tropicales. También cuenta con otras subestaciones en Quilichao, Popayán y los Llanos Orientales.
El CIAT en la actualidad cuenta con 70 investigadores procedentes de 20 países, los cuales reciben apoyo técnico de 180 profesionales colombianos y la colaboración de unos mil empleados.

PROGRAMAS DEL CIAT
Según el CIAT, América Latina es la región más importante del mundo en la producción de fríjol, con cuatro millones de toneladas, seguida por Africa Oriental con un promedio de uno y medio millones de toneladas anuales. El fríjol es uno de los cultivos más suceptibles del mundo a enfermedades y plagas y el objetivo consiste en desarrollar en colaboración con los programas nacionales, tecnologías mejoradas que eleven los rendimientos y estabilicen la producción.
La yuca, originaria de América tropical y más tarde introducida al Africa y al Asia, se cultiva desde hace más de 4 mil años, y en los países tropicales es el cuarto alimento energético en importancia. La producción de yuca en Colombia tiene un rendimiento de 10 toneladas por hectárea, sin embargo la tecnología mejorada que está experimentando el CIAT ha permitido doblar la producción sin cambiar siquiera las variedades.
El arroz provee un tercio del total de las calorías que se consumen en América Latina y el Caribe. El consumo per cápita ha aumentado desde 41 kilos anuales a mediados de los años 70 a cerca de 50 kilos en la actualidad. Esta elevación del consumo, sumada al crecimiento de la población, se traduce en un incremento del 3 .5 por ciento en la demanda anual. De continuar esta tendencia, la producción de arroz deberá duplicarse en América Latina hacia el año 2000, y con base en estas necesidades el CIAT enfoca sus estudios e investigaciones.
Ahora, en cuanto a los pastos tropicales que alimentan la ganadería, cuya carne es un alimento básico en América tropical, donde la población ganadera es 50 por ciento mayor que la de Estados Unidos y sin embargo la productividad por animal es apenas una quinta parte de la de ese país, el CIAT estudia los sistemas de fertilización de suelos para conseguir pastos con alto nivel nutritivo para el ganado, por ser ésta su principal deficiencia.
Aunque el CIAT trabaja a nivel mundial y a cada país le colabora con los programas nacionales, es en el Valle del Cauca donde se encuentra su sede principal, y es desde ese departamento de donde salen las ultimas innovaciones en los cultivos de fríjol, yuca, arroz y pastos tropicales que en el caso de Colombia el ICA asimila e implanta a los sistemas corrientes de producción.