Especiales Semana

VEHICULOS

22 de agosto de 1994


DE TIERRAS LEJANAS
¿Qué tanta acogida han tenido en el mercado automotriz los vehículos importados de la extinta cortina de hierro?

LA APERTURA NO solo ha dado para que al país lleguen automóviles de todas las marcas, en todos los estilos y para toda clase de bolsillos. También ha servido para abrirle las puertas a los, conocidos en otros tiempos como, países de la cortina de hierro. Checoslovaquia, Yugoslavia e incluso la problemática Ucrania, entre otros, han llegado a Colombia con automóviles, que distan mucho de los diseños ergonómicos y los colores auduces que ofrecen marcas de renombre mundial, pero con un único atractivo que hace la diferencia: el precio.

Y es que en un mercado acostumbrado a pensar en cifras mínimas de 10 millones, cuando de comprar automóvil se refiere, suena muy tentadora la idea de obtener un modelo nuevo e importado por seis millones de pesos. Es así como, con una sola línea y modelo, le han llegado a un segmento de mercado importante como son las personas que compran vehículo por primera vez.

Pero con todo y lo maravilloso que puede resultar comprar carro a precio módico, asalta una duda: ¿Qué tanto puede incidir su bajo costo con su durabilidad? ¿Por qué son tan baratos? Definitivamente la sencillez de estos automóviles, en cuanto a especificaciones técnicas y acondicionamientos tanto interno como externo, parecen ser las únicas razones que inciden directamente con el precio. Lo que tampoco implica un cuestionamiento severo alrededor de la calidad de los materiales utilizados que incluso, como en el caso de las latas, pueden llegar a ser un poco más resistentes. Siguiendo con lo mismo, si la preocupación versa alrededor de si estos modelos se adaptarán a la desigual topografía colombiana, todo parece indicar que las adecuaciones vienen de fábrica. La capacidad de la caja de velocidades y la suspensión, por ejemplo, han sido readecuadas en la mayoría de los casos.

En el país, hasta el momento se puede decir que son dos las marcas que llevan la delantera en ventas. Se trata del Tavria de Ucrania y el Yugo de Yugoslavia. El primero es el importado más económico ($6.280.000) y al igual que el segundo en mención es muy sencillo. En accesorios los dos se caracterizan por tener solo lo indispensable pero suficiente para rodar por las carreteras colombianas, como espejos exteriores, limpiabrisas trasero, calefacción, desempañador de vidrio trasero, control de luz en techo y puertas, bloqueo de dirección antirrobo, luces de parqueo y halógenas, apoyacabezas y asiento trasero abatible.

GARANTIA ASEGURADA

En cuanto a las garantías que se pueden obtener al momento de adquirir uno de estos automóviles, es bueno saber que son exactamente las mismas que se ganan al compra un último modelo de cualquier marca. Y esto porque existen normas mínimas definidas legalmente por el Ministerio de Desarrollo y que deben cumplir absolutamente todos los importadores de automóviles del país. Esto es, un año 20.000 kilómetros, lo que primero ocurra, en cuanto a vehículos de uso particular. Cuando son utilitarios, es decir, de servicio público o carga pesada, el tiempo de gracia es menor: seis meses y los mismos 120.000 kilómetros.

La ley también obliga a importar permanentemente los repuestos para todos los modelos y mantenerlos en el mercado por un mínimo de 10 años.

Las garantías cubren los carros de todas las marcas y procedencias lo que asegura, por lo menos por un tiempo, la estabilidad y el buen estado de los mismos. Los años dirán si a la larga, la inversión valió la pena.