Especiales Semana

Vida al parque

El sistema de parques de Bogotá se ha convertido en el escenario ideal para la convivencia y la recreación.

19 de marzo de 2001

Uno de los proyectos más ambiciosos de la administración Peñalosa fue sin duda el de ‘Parques para aprender a vivir’. Con una inversión que superó los 212.000 millones de pesos entre 1998 y 2000 la Alcaldía Mayor, a través del Instituto Distrital para la Recreación y el Deporte (Idrd) se dio a la tarea no solamente de recuperar diferentes zonas de la ciudad para convertirlas en espacios públicos de recreación, sino que además adelantó trabajos de mantenimiento, rehabilitación y construcción de nuevos parques en las 19 localidades de la ciudad. Lo más novedoso de este proyecto es que busca integrar a los bogotanos en diferentes entornos: barrial, zonal y metropolitano, según el tamaño de los parques y sus áreas de influencia. La administración entendió que son tan importantes los parques de barrio que permiten que los niños tengan espacios abiertos para jugar cerca de sus casas o colegios, como los megaparques en áreas de alta densidad como El Tunal o El Salitre Mágico, que ofrecen además de ciclorrutas, lago y actividades recreativas y culturales al aire libre, atracciones mecánicas para grupos de todas la edades. Poco a poco los bogotanos se han ido apropiando de estos espacios sin distinciones de ningún tipo. Igualmente, los parques han mejorado notablemente la calidad de vida de millones de personas que hoy tienen la posibilidad de realizar alguna actividad recreativa o deportiva. En la actualidad existen seis grandes parques metropolitanos y según las cifras del Idrd, han sido intervenidos 1.128 parques en diferentes zonas de Bogotá en desarrollo del programa. Para 2001, el presupuesto del instituto será de 49.000 millones de pesos, 23.180 dedicados a inversión y 10.000 a mantenimiento. María Consuelo Araújo, su nueva directora, ha trazado ya algunos de sus retos más importantes para este año: “Lo primero, será buscar nuevos esquemas para la administración y uso de los parques, por ejemplo, mediante contratos con las Juntas de Acción Comunal; en segundo término queremos seguir promoviendo las ciclovías como espacios para integrar de manera igualitaria a gente de todos los sectores y estratos de la ciudad. Este programa sólo nos cuesta unos 1.000 millones de pesos anuales pero beneficia a más de 2.200.000 personas cada domingo. Por último, trabajamos a toda marcha en la organización de los Juegos Nacionales de 2004, que tienen como sede a Bogotá y Cundinamarca. Además queremos ampliar la base de deportistas con que cuenta el Distrito y estimular la práctica de deportes en todos los grupos sociales”, concluye. Las actividades en los parques metropolitanos como el Simón Bolívar o el Nacional, también incluyen una variada programación de eventos a lo largo del año, como las Lunadas, y los ya tradicionales Festivales de Verano, Salsa y Rock al Parque, entre otros. El máximo aporte del programa Parques para aprender a vivir, ha sido transformar la visión de los ciudadanos hacia estos espacios y convertirlos en parte activa de su vida cotidiana, bien sea por esparcimiento o diversión, tanto es así que en una encuesta realizada recientemente por Napoleón Franco, el Idrd fue escogido como la entidad más querida por los bogotanos. En sus grandes parques la capital conjuga elementos tan importantes como los andenes, las ciclorrutas, las zonas verdes, los juegos para niños, las bibliotecas públicas, los escenarios deportivos y las actividades culturales, que sin duda han contribuido a una relación más armónica entre la ciudad y sus habitantes.