Especiales Semana

VIVIENDA Y OFICINAS DE HOY

14 de septiembre de 1992

BOGOT¦, LA "CIUDAD LUZ"
APAGON Y OLOR A VELAS DERRETIDAS por las horas. De cinco a siete de la noche Santa Fe de Bogota es la misma ciudad de finales del siglo pasado. Tanto se parece que los debates suelen girar sobre los mismos temas. Y la energia electrica es uno de ellos Parecería que de la mano con la Constitución de 1886 iba bien agarrado el dilema de encender o no las luces en la ciudad.
Más de 100 años despues, la Constitución de 1991 llegó también con su "mogolla" debajo del brazo. Al cumplir los seis meses de proclamada la nueva Carta Magna, se presentó el debate energético.
En la ciudad de finales del siglo pasado cada avance fue campo de batallas políticas. Y quizá una de las más feroces se realizó con la implantación de la energia electrica en el alumbrado publico de la ciudad. Es suficiente echar un vistazo a la epoca para darse cuenta que los problemas eran casi los mismos de hoy.
Dicen algunos historiadores que la luz siempre ha sido un dilema para los santafereños. En medio de discusiones, opositores y defensores, el 16 de junio de 1874 se logró constituir la Compañía de Alumbrado por medio del Gas. La nueva empresa encargada de abastecer de luz a la ciudad, contaba con un capital de 100 mil pesos dividido segun Enrique Santos Molano y Eugenio Gutierrez Cely en "Cronica de la luz"en dos mil acciones nominales de 50 pesos cada una y con la participación de los socios fundadores.
El Diario de Cundinamarca registro el hecho asi: "La Compañía ya esta organizada y su Consejo Directivo lo constituyen personas tan entendidas como honorables: los señores doctor Eustorgio Salgar, doctor Pio Rengifo y Octavio Sayer (...) .
"El negocio es brillante y aún cuando no lo fuera, en cuestión de patriotismo, pues Bogoáa es la única ciudad del mundo con titulos de llamarse civilizada, que carezca de alumbrado de gas.
Pero tal y como lo consignan Santos y Gutierrez, el gas llegó y no disipó la oscuridad. Un aho despues de la creación de la compañía, esta se declaró impotente para instalar por si sola el alumbrado publico.
En su ayuda surgieron la Junta de Comercio y la Municipalidad de Bogotá, y asi arrancó la Compañía de Gas surtiendo a la ciudad con 4.000 pies cubicos de gas por día en 1877.
El entonces alcalde y jefe de la municipalidad de Bogota Florentino Acevedo, nombró dos juntas de alumbrado que no operaron con efectividad y "se devoraron los impuestos pagados a la municipalidad.
En una crisis sorprendente los bogotanos se negaron a continuar pagando. "jamás Bogotá se había encontrado en un estado tan lamentable de abandono "de incuria" ¡Que calles! Las hay como las del Camarin de la Concepción, la Primera y la Segunda de la carrera Cartejana donde se ven maravillas: lodazales inmensos, propios para asilos de los cerdos (. . .) Que se hacen y en que se gastan los fondos que producen tantas y tantas contribuciones?", afirmaba el Diario de Cundinamarca.
Tras una nueva guerra civil la Compañía del Gas recibió ayuda total del gobierno durante el estado de guerra. Asi fue como la empresa logró recuperarse económicamente. En medio de la bonanza las directivas de la empresa no percibieron el peligro que se venía con la farola electrica de South Foreland. En efecto, en 1978 J. Camacho Roldan y Cia., tenía la representación exclusiva de Pablo Jablochkoffy León Fould, de Paris, administradores de la Sociedad General de Electricidad por el sistema Jablochkoff.
Aunque este modelo era inadecuado para Bogotá, lo cierto es que este avance sumado a la ineficiencia del alumbrado de gas, abrió las puertas a la luz eléctrica descubierta por Edison.

HAGASE LA LUZ
Hacia la década de los 90 Bogotá había crecido vertiginosarmente. Según la obra de Santos y Gutierrez, sólo en 1890 se construyeron en la ciudad más de 400 casas. El creciente desarrollo demandaba el establecimiento urgente de alumbrado público. Los ciudadanos comenzaban a exigirlo pues las grandes ciudades del mundo hacia 10 años que tenían luz eléctrica.
En diciembre de 1880 Nueva York inauguró su alumbrado publico mientras en 1891 Paris encendia las primeras bombillas en medio de un hermoso espectaculo. Un año después, Londres era escenario del descubrimiento de Edison.
Los destellos de luz que encendieron a Europa y Norteamerica, llegaron a Colombia en medio de una tormentosa discusión. La Compañía del Gas peligraba y la oposición iba en aumento.
La batalla energética duró cerca de 10 años hasta que por fin el primero de enero de 1890 a las siete de la noche, el entonces presidente de la Republica, Carlos Holguin, inauguró el nuevo servicio de alumbrado de la capital por medio de la luz eléctrica.
Un momento inolvidable que recibió emocionados aplausos por parte de la ciudadania que inicialmente gozaba del servicio en las horas de la noche.
Hace siete años tras el apagón del 14 de abril de 1985, el diario El Tiempo escribió: "Pagamos nuestra cuota de sacrificio a los adelantos de la civilización, al descubrir cuan necesaria se ha vuelto la luz eléctrican para cumplir las diarias tareas que ayer se desarrollaban bajo la luz débil de una vela y hoy necesitan no solo de un potente bombillo sino del frío para conservar alimentos y del calor para prepararlos".
Tan sólo siete años en los que nadie imaginó que pudiese haber un racionamiento de la energía eléctrica. Acostumbrados ya a los avances a los que se oponían los ancestros hace un siglo, los bogotanos de hoy ante la falta de energía han volcado sus ojos a antiguos recursos que como el gas y las velas eran fieles compañeros de las noches santafereñas. Hoy por hoy recobran tanta importancia que son la luz en las intermitentes horas oscuras en las que la electricidad se ausenta de la ciudad. -