Los representantes del sector privado destacaron el compromiso de las empresas por aumentar la rentabilidad del sector rural y la formalización.

FOROS SEMANA

La inclusión laboral en el campo y la paz

Una política de empleo sostenible y la generación de oportunidades de empleo de calidad en las zonas rurales son claves en el posconflicto.

3 de septiembre de 2016

El proceso de paz ha permitido visibilizar los retos del campo colombiano. Las brechas sociales y el déficit en el acceso a servicios básicos son significativos, además del ingreso al mercado laboral y a las oportunidades de trabajo decente, como lo muestra la Misión para la Transformación del Campo y el reciente Censo Agropecuario.

Uno de los desafíos del posconflicto será cerrar las brechas de inclusión en las zonas rurales. Para discutir este tema, el pasado 2 de agosto se realizó en Cali el foro ‘Empleo rural: una ruta hacia la paz”, en el que entidades del sector público y privado analizaron los avances y propuestas para el trabajo en el campo, y el papel de los diferentes actores para contribuir a consolidar una política de empleo sostenible en lo rural.

Se destaca la necesidad de abordar la problemática desde una perspectiva pública y privada, y el papel fundamental que deberán asumir los entes territoriales. El proceso para generar empleo en el campo debe tener una mirada multidimensional, al tratarse de una problemática compleja que constituye un reto para diversos y múltiples actores involucrados.

El Ministerio de Agricultura resaltó la importancia de diversificar la producción, generar valor agregado, insertar los productos en los mercados y fortalecer las instituciones para promover la agroindustria y tecnificar el campo. Asimismo, hizo énfasis en la necesidad?de generar condiciones e incentivos para atraer a los jóvenes al ámbito rural. Lo anterior requiere que el empleo campesino tenga todas las características de un trabajo digno, como una remuneración acorde a la cantidad de horas laboradas, protección social y protección de derechos fundamentales.

Clara López, ministra de Trabajo, dijo que la política estatal en las zonas rurales debe enfocarse, entre otras acciones, en diseñar y ejecutar estrategias de protección social y programas de empleo rural temporal a la medida de las necesidades de cada territorio, para fomentar una reactivación inmediata de la economía rural, aumentar la productividad del campo y generar empleo formal.

Este es un objetivo de mediano plazo, por lo que se requieren acciones inmediatas que reflejen los dividendos de la paz. En este sentido, el Servicio de Empleo presentó el Programa de Empleo Rural Temporal ‘Manos a la Obra por la Paz’, como experiencia exitosa en cuanto a generar empleo e ingresos, a la vez que atiende demandas puntuales de infraestructura local. Según Claudia Camacho Corzo, directora del Servicio de Empleo, “tenemos que volcar nuestra mirada al campo colombiano. Para eliminar esa precarización histórica, es necesario entender las complejidades de las zonas rurales y empezar a intervenir con proyectos de generación de empleo, solo así lograremos que la población aporte a la construcción de un país en paz con inclusión laboral”.

La Agencia para la Renovación Territorial, la Federación Nacional de Departamentos y la Gobernación del Valle señalaron que para fomentar trabajo digno en el campo es clave formalizar los títulos y el acceso a la tierra, a subsidios, a criterios comerciales, así como el fortalecimiento institucional regional y departamental, la coordinación institucional desde las necesidades del territorio, el diálogo social, entre otros.

En el foro, los representantes de la Federación Nacional de Cafeteros, Fedepalma y la Sociedad de Agricultores de Colombia (SAC) destacaron el trabajo de la empresa privada para aumentar la rentabilidad del sector rural, lo cual impulsaría la formalización del trabajo, aunque se requieren mecanismos flexibles y graduales que permitan avanzar en ese objetivo.