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Una corona de rosas blancas y campanillas de invierno fueron colocadas sobre la tumba del autor.

LITERATURA

200 años de Charles Dickens

Gran Bretaña conmemoró este martes el aniversario número 200 del natalicio de Charles Dickens, el primer autor de fama global y cronista de un mundo de desigualdad urbana que se parece mucho al que vivimos hoy.

7 de febrero de 2012

Escribió sobre la vida en la ciudad moderna, con sus abogados y delincuentes, banqueros y vagabundos, soñadores y empleados administrativos. Creó personajes aún conocidos por millones, como Ebeneezer Scrooge y Tiny Tim, Pip y la Señorita Havisham, Fagin y Oliver Twist. Y eso le hizo un astro asediado por sus admiradores a ambos lados del Atlántico.
 
"Sólo hay que mirar nuestra sociedad y todo lo que escribió en la década de 1840 sigue teniendo vigencia", dijo la biógrafa de Dickens, Claire Tomalin. "El gran abismo entre ricos y pobres, financieros corruptos, miembros del Parlamento corruptos ... Sea lo que sea, él lo dijo".
 
La desconfianza de Dickens hacia los ricos y su compasión por los pobres no evitaron que fuera acogido por la aristocracia de Gran Bretaña.
 
El príncipe Carlos y su esposa Camilla, duquesa de Cornwall, se unieron al arzobispo de Canterbury Rowan Williams, el actor Ralph Fiennes, gran cantidad de dignatarios y descendientes de Dickens en un servicio memorial este martes en el Westminster Abbey de Londres.
 
Un evento simultáneo se realizó en Portsmouth, en el sur de Inglaterra, donde Dickens nació el 7 de febrero del 1812, hijo de un empleado administrativo de la Armada. En un mensaje de Carlos allí leído, el príncipe llamó a Dickens "uno de los más grandes escritores de la lengua inglesa, que usó su genio creativo para abogar apasionadamente por la justicia social".
 
En Londres, el heredero del trono colocó una corona de rosas blancas y campanillas de invierno sobre la tumba del autor en la Esquina de los Poetas — lugar de descanso de los íconos de la literatura nacional — y dos de los más jóvenes descendientes de Dickens agregaron un par de ramilletes blancos.
 
Fiennes leyó fragmentos de "Casa desolada" de Dickens, y hubo oraciones para los pobres y marginados, y para los escritores, artistas y periodistas que documentan sobre la sociedad moderna.
 
La historiadora Judith Flanders, quien asistió al servicio, dijo que fue "enormemente emotivo" y que Dickens lo hubiese odiado.
 
"Dickens dijo en su testamento que no quería ceremonias públicas, ni estatuas, ni reconocimiento público", indicó Flanders, autora del libro de próxima publicación 'Dicken´s London'. "Él quería que lo enterraran y morir como un hombre privado. Quería que sus libros fueran su monumento".
 
Y su deseo se cumplió. Las novelas y personajes de Dickens son más populares que nunca.
 
El Correo Real acaba de emitir dos nuevas estampillas con personajes de Dickens. En este momento en Gran Bretaña uno puede ver adaptaciones televisivas de 'Grandes esperanzas' y 'El misterio de Edwin Drood', ir a una exhibición sobre Dickens en el Museo de Londres o visitar un parque temático llamado Dickens World (El Mundo de Dickens). Una nueva versión cinematográfica de 'Grandes esperanzas', protagonizada por Fiennes y Helena Bonham Carter, llegará a las salas de cine este año.
 
AP