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Los mensajes positivos fueron 26.426 contra 22.542 calificados negativos, y los demás han sido considerados neutros. | Foto: EFE

REDES SOCIALES

Al Papa lo odian y lo quieren por igual en Twitter

El número de respuestas positivas a los mensajes de Benedicto XVI en Twitter es levemente mayor al las negativas, con insultos por escándalos como la pedofilia.

29 de enero de 2013

Según cálculos de la revista jesuita italiana Popoli, desde el 12 de diciembre, cuando el Papa inauguró su cuenta en Twitter en nueve idiomas para divulgar sus pensamientos espirituales, se han multiplicado sus seguidores, que suman actualmente 2,5 millones.

El informe, realizado con la colaboración del Instituto italiano de Investigaciones sobre la Comunicación Digital, Oogo, 270.456 mensajes de respuesta han sido registrados durante el primer mes.

Los mensajes positivos fueron 26.426 contra 22.542 calificados negativos, y los demás han sido considerados neutros.

El 26% de los mensajes negativos abordaban el tema de los abusos sexuales cometidos por curas, 25% eran sólo de insultos, 20% criticaban el poder y la riqueza de la Iglesia, 16% tenían un tono irónico o sarcástico, 8,5% denunciaba la posición de la Iglesia contraria al matrimonio homosexual y el 2,5% son reproches más de fondo a la fe cristiana.

Los mensajes positivos en general repiten los mensajes del Papa o contienen frases pronunciadas por Benedicto XVI en homilías y encuentros públicos (26,5%). Otros son de agradecimiento (25%). El 15,6% contiene oraciones por pueblos que padecen graves conflictos (Siria, Nigeria, entre ellos) y 7,5% aborda temas relacionados con el ser humano.

La semana pasada, el director del canal católico de televisión TV2000, Dino Boffo, censuró la presencia del Papa en twitter.

"Basta con la ebriedad de las redes sociales, aún dentro de la Iglesia. Permítanme decirlo: ¿Qué tiene que ver un anciano pontífice, de 85 años, teólogo y refinado pensador, con el mundo de Twitter?", lamentó.

El papa Benedicto XVI invitó la semana pasada a los católicos a participar activamente en las redes sociales, consideradas vectores del "diálogo" y de "debate", aunque advirtió sobre los riesgos del "sensacionalismo".

Los católicos están divididos frente a la ofensiva lanzada por la jerarquía de la iglesia para operar en tales espacios digitales.

Se trata "de una realidad cada vez más importante y que tiene que ver con el modo en el que las personas se comunican hoy entre sí", explicó el anciano pontífice alemán.