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La selección estadounidense está llamada a ser protagonista, y en su base están dos figuras que resaltan por su fútbol y su figura, Alex Morgan (izquierda) y Hope Solo (derecha). Y mientras una es la cara del equipo, la otra carga problemas fuera del terreno.

DEPORTE

Las bellas de la cancha

La selección de EE. UU. no es solo una de las candidatas a llevarse la Copa Mundial de Canadá 2015. Sus futbolistas impactan por su belleza.

13 de junio de 2015

La delantera Alex Morgan tiene estampa de goleadora: pero no solo por la fuerza de sus piernas, sino porque es la cara hermosa y talentosa de la selección estadounidense. Una lesión la tiene alejada del once titular, pero su protagonismo sigue intacto. Cuando el pasado lunes salió a calentar, para ingresar desde el banco de suplentes en el primer partido de su selección contra Australia, la tribuna soltó un rugido. Jugó diez minutos, no anotó, pero su regreso calmó fiebre para muchos que quieren verla brillar de nuevo y ser el factor desequilibrante que fue desde que llegó a su selección en 2010.

Alrededor de Morgan se ha forjado la identidad de esta selección estadounidense, una que, a diferencia de la selección masculina, está acostumbrada a disputar finales. La jugadora de 25 años fue la más joven de su equipo en el Mundial de 2011 y se llevó el oro olímpico en Londres 2012. Desde 2012, cuando la californiana anota Estados Unidos no pierde: ha obtenido 23 triunfos y tres empates. También es la número uno en los recurrentes escalafones de futbolistas bellas previos a los mundiales femeninos. En estos escalafones, le sigue muy de cerca otra estadounidense que estos días quisiera generar menos atención, pero no lo puede evitar: la portera Hope Solo.

Hope, a diferencia de Morgan, fue determinante en el resultado contra Australia. Las estadounidenses vencieron 3-1, pero sin las atajadas de la llamada ‘mejor arquera del mundo’ el resultado hubiera sido distinto. Alta, espigada, ágil, de rostro atractivo y cuerpo envidiable se ha colgado dos oros olímpicos en 2008 y 2012. Pero tiene un problema serio por fuera del terreno, pues es peligrosamente explosiva. La persigue desde 2013 una demanda por abuso doméstico, por agredir a su hermana y un sobrino de 17 años. Por el hecho fue arrestada, y el proceso sigue su curso sin que la dirigencia del fútbol estadounidense haya tomado nota. En 2011, Hope Solo participó en el programa concurso Bailando con las estrellas, pero lo que debía ser un motivo de alegría terminó en otra amarga disputa, acusó a su compañero Maksim Chmerkovskiy de cachetearla en los ensayos. Él negó las acusaciones y consideró demandarla. Durante los juegos de Londres 2012 afirmó con candidez que la villa olímpica era cercana a una caldera de pasiones.

Si Alex Morgan es la cara angelical de la selección, ese talento que espera para volver a la primera plana, Hope Solo es el lado oscuro, el talento del que no se pudo privar esta selección para mantenerse a flote. Ambas hermosas, empujan desde distintas orillas.

La brecha de cubrimiento entre un mundial masculino y uno femenino es notable, pero Canadá 2015 está generando más atención que cualquier otro mundial femenino en el pasado. El juego entre Estados Unidos y Australia fue visto por 3,3 millones de televidentes en Estados Unidos, más de tres veces el público que vio los partidos de la fase de grupos en el Mundial de 2011. Es que la selección femenina del país del norte se trasformó en una potencia mundial desde que la delantera Mia Hamm hizo y deshizo defensas a voluntad en la década de los noventa, cuando ganaron dos títulos mundiales (1991, 1999). En este, para recrear esos días de gloria, las estadounidenses dependen de las más bellas de su escuadra: de su ángel y de su demonio