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BUENA RACHA

17 de noviembre de 1997

En lo que va corrido del año el balance para Paul McCartney no podía ser mejor. A principios de año fue condecorado por la reina Isabel II con un título de nobleza. Más tarde lanzó con bombos y platillos su disco Flaming Pie, que fue aclamado por unanimidad por la crítica. El martes pasado estrenó su primera sinfonía de música clásica, titulada Standing Stone, en el Royal Albert Hall, donde recibió una ovación general. Como si todo eso fuera poco, al día siguiente presenció en París el estreno de la primera colección que su hija Stella diseñó para la casa Chloé, la cual resultó ser un éxito total. El único lunar en su vida es el cáncer que padece su esposa Linda desde hace varios años.