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CAMBIO DE RUMBO

La llegada del joven abogado Jaime Cabrera a la dirección del DAS marca un giro de 180 grados tras la polémica gestión de Marco Tulio Gutiérrez.

5 de agosto de 1996

Quizás una de las tareas más difíciles que tenía el presidente Samper por estos días era la de conseguir un director del Departamento Administrativo de Seguridad -DAS- que le gustara a todo el mundo: a sus amigos, a sus opositores y, sobre todo, al gobierno de Estados Unidos. El panorama era más bien desolador y encontrar una persona con estas características parecía casi una labor quijotesca. Lo que nadie imaginó es que precisamente en la reunión extraordinaria que se llevó a cabo en la Casa de Nariño el 25 de junio para, entre otras cosas, analizar la posible salida de Marco Tulio Gutiérrez del DAS, el nombre del hasta entonces viceministro de Justicia, Jaime Cabrera Bedoya, saliera como un as bajo la manga para solucionar ese problema.Bajo la dirección de Gutiérrez el DAS tuvo más cuestionamientos que alabanzas. Varios medios de comunicación y algunos sectores de la opinión pública acusaron a Gutiérrez de utilizar las herramientas de ese organismo para perseguir, espiar e investigar a todos aquellos que estuvieran en contra del presidente Samper. Aunque nunca se probó alguna de estas acusaciones, el perfil del DAS perdió varios puntos y los colombianos, en vez de creer que se trataba de un organismo de seguridad para todos los ciudadanos, empezaron a imaginar que más bien era una especie de KGB. Todo esto para no hablar de las implicaciones que tuvieron algunas declaraciones de Gutiérrez, quien acusó al embajador estadounidense Myles Frechette de "bellaco" y de "mentiroso" al subsecretario de Estado Robert Gelbard.Así las cosas, el gobierno necesitaba un hombre con un estilo totalmente opuesto al de Gutiérrez y, con el nombramiento de Cabrera, parece que lo consiguió. Abogado de 37 años, egresado de la Universidad Externado de Colombia y especializado en legislación financiera, el nuevo director no ha tenido nada que ver con política. Algunas personas que lo conocen de cerca piensan que lo mejor que tiene para asumir la dirección del DAS es que es un hombre que no se ha formado en cargos públicos. Además de viceministro de Justicia, fue durante 13 años abogado litigante y consultor en materias de derecho civil y comercial en el sector privado.El reto de Cabrera no es nada fácil. Para afrontarlo, además de su perfil de hombre independiente y de no conocer los vericuetos de los cargos públicos, el nuevo director del DAS tiene a su favor el hecho de haber sido toda su vida un abogado en ejercicio, es decir un batallador incansable que al final tiene alma de conciliador. Estas herramientas pueden ser de gran utilidad en su nuevo cargo y, sobre todo, conseguir su propósito de cambiar la imagen de ese organismo para que, como él mismo dice, "el DAS, en vez de producir escalofríos, dé tranquilidad".