Censura divina para Juego de Tronos

Las escenas de Game of Thrones no tienen límites: hay desnudos, decapitaciones, sexo explícito y cruentas batallas. Pero durante el rodaje de la quinta temporada, la serie se ha encontrado con un gran obstáculo: la iglesia de Croacia. Esta institución les negó a los productores la posibilidad de grabar una secuencia en la cual el personaje de la reina Cersei Lannister, interpretado por Lena Headey, debe salir caminando desnuda, en un acto de penitencia, de la iglesia de San Nicolás hacia el Palacio de Sponza, en Dubrovnik. La iglesia, que tiene una posición férrea ante este tipo de permisos, señala que rodar esa escena allí sería blasfemo, pues se trata de un recinto sagrado. Los realizadores no van a gastar tiempo en rezar avemarías para ver si sucede un milagro. Como es una secuencia clave para la trama, que no se puede obviar, están buscando alternativas, como hacer una réplica de la catedral, lo que tiene el inconveniente de que retrasaría la grabación y aumentaría sus costos. La otra opción es buscar otra locación donde las normas no sean tan estrictas o incluso hacer uso de los efectos especiales. Lo paradójico, dice el autor de la saga George R. R. Martin, es que el equipo técnico ha contado con más flexibilidad de parte de las autoridades para hacer las escenas de asesinatos que de sexo.