Cero y van dos

La familia real británica vuelve a estar en el centro de las críticas, y en esta oportunidad el responsable vuelve a ser Harry, el hijo menor del príncipe Carlos. Una foto publicada en la prensa europea, en la que el joven de 17 años aparece con una botella de vodka, ha sido el detonante de esta nueva noticia. Según los diferentes medios de comunicación en una fiesta realizada en un club de polo el príncipe bebió más de la cuenta y estaba completamente borracho. Además se rumora que muchos jóvenes consumieron cocaína. El hecho no hubiera tenido tanta importancia de no ser porque a principios de este año el joven asistió a una clínica de rehabilitación y desintoxicación por problemas con el alcohol y por haber consumido marihuana. Un portavoz de la casa real afirmó que se trataba de una exageración. Aunque muchos consideren que Harry se comporta como cualquier muchacho de su edad tendrá que afrontar el hecho de ser una figura pública.