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CON LOS CRESPOS HECHOS

Antes de morir, el magnate petrolero Howard Marshall dejó sin un centavo a su joven esposa, la modelo Nicole Smith.

18 de septiembre de 1995

CUANDO LA EX conejita de Playboy Anna Nicole Smith, de 27 años, se casó el año pasado con J. Howard Marshall, un magnate petrolero de 89 años, todo el mundo empezó a hacer especulaciones sobre los verdaderos motivos que llevaron a la hermosa modelo al altar. No se necesitaba ser muy suspicaz para sospechar que Nicole no se había casado con el anciano millonario precisamente por amor. "Yo conozco gente que cree que me casé con Howard sólo por su dinero. Pero no es cierto, lo amo", dijo ella ante los insistentes comentarios sobre la boda. Sin embargo, unos instantes después de la ceremonia religiosa en la capilla White Dove, en Houston, la novia besó al novio en la mejilla y partió, sola, a cumplir un compromiso de modelaje en Grecia.
El pasado 4 de agosto, J. Howard Marshall II murió a causa de una neumonía. Y para el mundo, gran parte de la fortuna del nonagenario, estimada en más de 550 millones de dólares, pasaría sin más ni más a manos de su joven viuda. El día del funeral, la modelo se apareció en el velorio con el mismo vestido blanco que utilizó el día de su boda. Pero ninguno de los amigos de Marshall durante sus 90 años de vida apareció. Cuando la ceremonia terminó, Nicole salió del recinto llorando inconsolablemente. Sin embargo, para las malas lenguas, ese llanto no era producto del dolor sino de la frustración.
El mes pasado, el anciano millonario le otorgó poder a su hijo Pierce Marshall sobre el manejo de su fortuna. Desde entonces, la Corte de Texas ha visto desfilar a Pierce y a Nicole presentando demandas y contrademandas que hablan de dinero y consumación. Mientras ella reclama el derecho al rancho en el cual Pierce vive con su hijo, avaluado en un millón de dólares, éste le ha exigido a Nicole un documento que certifique los momentos, si los hubo, en que ella pasó una noche en la misma casa, habitación y cama con Howard Marshal. Además, la acusa de defraudar a su padre, a través del pedido de extravagantes y excesivos regalos y transferencias de propiedades a extraños "con algunos de los cuales ella mantuvo relaciones adúlteras", según Pierce.
Tanto Pierce como su padre ya habían vivido una experiencia similar hace algunos años, cuando Marshall también contrajo matrimonio con una bella mujer 40 años menor. Fue después de la muerte de su segunda esposa, Betty, en 1981. Al poco tiempo, Howard encontró compañía en una bailarina de strip tease de Texas, llamada Jewell Diane 'Lady' Walker. Durante la década que el anciano vivió con ella, le hacía costosos regalos, por una suma que entonces fue estimada de seis millones de dólares. Diez años más tarde, 'Lady' Walker murió en una sala de operaciones, adonde había ido para someterse a una cirugía plástica facial. Entonces Howard descubrió que su tercera esposa había tenido relaciones con otros hombres y demandó a la familia y, con la ayuda de su hijo Pierce, obtuvo la devolución de todos y cada uno de los regalos y propiedades.
Hace un año la historia se repitió. Howard conoció a Nicole en un club nocturno de Houston, donde ella bailaba con el torso desnudo, antes de ser una conejita de Playboy, la modelo de los jean Guess y actriz . El año pasado decidió convertirla en su esposa. Ahora, parece muy poco probable que Nicole reciba un solo peso de la fortuna de Marshall. Si la hermosa modelo se casó con Howard Marshall por su dinero, no contaba con la picardía del anciano magnate, quien en su testamento se aseguró de dejarla sin un centavo. -