Home

Gente

Artículo

GENTE

Country Club, un siglo de tradiciones

El club bogotano reúne gran parte de la historia deportiva y social de la ciudad. En sus campos de golf se han tomado algunas de las decisiones más importantes de la vida política nacional, y sus salones han sido escenario de celebraciones familiares y recepciones diplomáticas.

29 de diciembre de 2017

*TOMADO DE JET-SET

Cuando los socios del Country Club de Bogotá celebraron los 100 años de su fundación, confirmaron las palabras que escribió Alfonso López Michelsen en 1992 para el aniversario de diamante: “Estoy seguro de que al cumplirse el centenario de nuestro club en el próximo siglo, se dirá al evocarlo que allí se vivieron 100 de camaradería y amistad sin par”. El expresidente de la República era el más antiguo de los socios activos, y la junta directiva le encargó el prólogo del libro conmemorativo. Tenía razón.

Lea también: Cena en homenaje a Alfonso López Michelsen en Bogotá

El actual presidente del club, Andrés Fernández de Soto, recuerda a los amigos, las elegantes galas, las grandes fiestas, a los niños creciendo en el parque infantil, y a los deportistas que se han destacado en los campeonatos de golf, tenis, natación y polo. “Somos una comunidad de más de 5.000 personas, de las más disímiles características, pero unidos en el afecto”, dice.

En 1920 la elegante Josefina Dávila de Sáenz fue estrella de la Copa Pineda López de golf.

El Country se creó para jugar golf y su historia la protagonizan los padres, abuelos y bisabuelos de las familias más distinguidas de Bogotá. Los Samper, Sanz de Santamaría, Holguín, López y Koppel, entre otros, firmaron como fundadores en 1917. Los encuentros de los primeros 25 socios en La Magdalena, una sencilla casa ubicada en la calle 53 con carrera 17 y un terreno de 20 fanegadas fueron para darle rienda suelta a la pasión –importada de Europa– por el golf. Joaquín Samper Brush, el primer presidente del club, supo de la existencia del deporte por casualidad en un almacén de Londres. Y Carlos Vengoechea lo practicó en Francia en el Club Porte Marly.

María Michelsen de López; Jorge Obando Lombana, director del banco Central Hipotecario; el canciller Carlos Lozano y Lozano, y el presidente Alfonso López Pumarejo, en la terraza de La Magdalena.

Lea también: Los secretos de las primeras damas en un libro

Este fue el comienzo de un proyecto que creció a la par con la ciudad. Diez años después, cuando el número de socios llegaba a los 200 y las residencias familiares rodeaban el club, fue necesario cambiar las instalaciones y le compraron 50 fanegadas de la hacienda El Retiro a la familia Mallarino. En la calle 85 los golfistas se dieron el gusto de recorrer un campo de golf con seis hoyos, los amantes de la fiesta afinaron sus pasos de charleston y vals en la recién inaugurada pista de baile, y el salón de bridge y billar fue un nuevo espacio para divertirse y socializar.

Las fiestas y empanadas bailables que se realizaban en la terraza, transformaron el club en un centro social. Al ritmo de vals, pasillo, tango o charlestón se conocieron muchas parejas y también se acordaron importantes matrimonios.

La amplia y soleada terraza se convirtió en escenario de las empanadas bailables los domingos y también de los más importantes matrimonios que eran atendidos con la vajilla importada de Japón y la cristalería traída de Estados Unidos por Álvaro Soto, miembro de la junta directiva.

Los grandes salones del club han servido de escenario para importantes cenas diplomáticas. En los años cuarenta se reunieron Merceditas Borrero de Obregón, Cecilia Rocha de Obregón; Carlos A. Dávila, presidente del club; Ulpiano de Valenzuela, Teresita Londoño de Olaya; el presidente de Colombia, Alfonso López Pumarejo, Beatriz Rocha de Dávila, el expresidente de Colombia Enrique Olaya Herrera; el expresidente de Ecuador Carlos Alberto Arroyo del Río; María Michelsen de López, Gregorio Armenta, Sally Cubillos y Alicia Dávila de Izquierdo.

El placer de reunirse en un lugar exclusivo atrajo a más personas, y en 1944 se dio el paso hacia la sede definitiva y actual. Decidieron adquirir 150 fanegadas en Contador, pero solo hasta septiembre de 1950 la junta directiva declaró oficialmente abierto el campo de golf de 18 hoyos llamado Los fundadores. Más adelante los socios pudieron practicar natación en la primera piscina cubierta de la ciudad y aprovecharon las grandes extensiones campestres para especializarse en deportes ecuestres. Dos años después, en diciembre de 1952, lo más granado de la sociedad bogotana se reunió para el baile de inauguración.

Pablo Valenzuela, Jorge y José Sanz de Santamaría y Gerardo Payán fueron los representantes del club en la Copa Herrera de Polo en 1950.

Lea también: Mario Ospina Melo y su lucha contra el cáncer

Desde entonces, por sus campos deportivos y grandes salones han pasado más de 30 presidentes de la República, y destacados campeones de golf, tenis y polo. En 100 años de historia el Country Club de Bogotá ha sido, y continúa siendo, el escenario de los acontecimientos sociales de la ciudad.

En 1948, año de inauguración de la sede en Contador, marcó el carácter social y deportivo del club que pasó a ser un espacio social para las familias.