Cruel autógrafo

La demanda fue interpuesta por la viuda de Harrison y su hijo, quienes acusan al doctor Gil Lederman de forzar a su famoso paciente a firmar un autógrafo sólo dos semanas antes de morir aquejado de cáncer en los pulmones y un tumor cerebral. El médico habría hecho caso omiso de la negativa de George a firmar la guitarra de su hijo Ariel, llegando a tomar la mano del moribundo para obligarlo, a pesar de que el ex Beatle le habría dicho que ya no era capaz de escribir ni su propio nombre. De prosperar la demanda el doctor Lederman deberá pagar a los Harrison 10 millones de dólares. Por ahora el Hospital Universitario de Staten Island, donde fue atendido 'el Beatle tímido', ha tomado la decisión de relevarlo de su puesto.