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“No tengo idea de lo que la reina piense de la película. Sospecho que dirá, ‘bien, pudo ser peor. ¿Podrían darme un poco de gin tonic por favor?’”, bromea Mirren

Estreno

¿Cuál es la reina?

El parecido entre la actriz Helen Mirren y la reina Isabel II se ha convertido en el éxito de una nueva película sobre la soberana inglesa.

7 de octubre de 2006

En los siglos de existencia de la monarquía inglesa tres han sido las soberanas más destacadas: Isabel I, la reina Victoria y Isabel II. En pocos meses una misma actriz se ha puesto la corona de dos de ellas, las del mismo nombre, aunque a ambas regentes las separan 500 años de historia. Se trata de Helen Mirren, una mujer que a sus 61 años se ha convertido en la nueva reina del séptimo arte.

Reconocida por su papel de detective en la famosa serie de televisión inglesa Prime Suspect, por películas como Gosford Park y nominada en dos oportunidades al Oscar, Mirren recibió recientemente un Emmy por su interpretación de la hija de Enrique VIII, en la película del canal HBO, Isabel I. Y sólo un mes después fue galardonada como la mejor actriz del festival de Cine de Venecia por encarnar a la actual soberana británica en la cinta The Queen, que ha recibido la reverencia de la crítica al punto de que su protagonista parece ser una firme candidata a los próximos premios de la academia.

Esta película dirigida por Stephen Frears narra la vida de la familia real los días posteriores a la muerte de Lady Di, en agosto de 1997, una semana que le hizo más daño a la monarquía que varias décadas de escándalos por infidelidades, divorcios y hasta acusaciones de homosexualidad. La razón: la frialdad de Isabel II frente a la trágica desaparición de su antigua nuera, mientras sus súbditos, que lloraban desconsolados a su princesa, le exigían alguna demostración de dolor. "¿Dónde está nuestra reina?", eran los titulares de los diarios británicos de la época. La película responde a este interrogante mostrando a una mujer rígida a la que no se le mueve un pelo, refugiada en el palacio Balmoral en Escocia, inflexible en su posición de no sentir el deber de rendir públicamente tributo a una persona que ya no era miembro de la familia real. Fue la primera vez que la reina se dio cuenta de que en su imperio había alguien más popular que ella, y era precisamente a quien detestaba.

En la cinta, Tony Blair, en ese entonces recientemente posesionado en su cargo de primer ministro, aprovecha la muerte de Diana para ganarse el favor de la Nación. Este personaje interpretado por el actor Michael Sheen (quien curiosamente ya había hecho este papel en una película de Frears) es quien, mientras proclama a Diana como "la princesa del pueblo", alienta a la reina para consolar a sus súbditos.

Para sumergirse en la sicología del personaje y lograr el asombroso parecido, Mirren leyó decenas de libros, y se sorprendió con el autocontrol y la disciplina reflejada por la reina en los videos que vio. Además tomó clases, escuchando casetes con su voz para imitar el acento y hablar con la boca casi cerrada, al estilo real.

En realidad la actriz tiene sangre azul, pues su familia es descendiente de la nobleza rusa. Pero cuando su padre tuvo que huir a Inglaterra durante la revolución bolchevique, dejó atrás todo abolengo para ganarse la vida como violinista, instructor de conducción y taxista y se convirtió en un antimonárquico. "Yo fui criada de esa manera y recuerdo que siempre me causaba extrañeza pensar por qué la reina nunca sonreía, ¿acaso le duele hacerlo?", contó a la revista Neewsweek la actriz.

Sin embargo, pese a esta educación, pareciera que Mirren nació para usar la corona, pues antes de las Isabel había interpretado a la reina Charlotte en La locura del rey Jorge. Por si fuera poco, en 2003 fue nombrada Dama del Imperio Británico. Y quizá sea gracias a la reina que la actriz logre que sus espectadores, cual súbditos, se rindan a sus pies.