De vuelta en rehabilitación

El fin de semana pasado fue muy significativo en la vida de Lindsay Lohan. El sábado la joven actriz estrelló su Mercedes-Benz contra un árbol en Hollywood. Fue llevada al hospital por presentar lesiones leves y allí se le citó a un juzgado por manejar bajo la influencia del alcohol. Además, la Policía encontró cocaína en su carro, por lo cual tendrá que comparecer ante una corte el 24 de agosto. Pero esto no fue todo. Lindsay, que había salido de rehabilitación hacía menos de seis meses y estaba asistiendo a reuniones de Alcohólicos Anónimos(AA), siguió festejando y tomando el resto del fin de semana y los paparazzi lograron captarla completamente borracha e inconsciente en el carro de una amiga. Al lado de ella tenía las placas que entregan en AA y que van anunciando cuántos días de sobriedad lleva la persona. Lohan decidió volver a ingresar a rehabilitación el lunes y su padre dijo a diferentes medios que ella no sólo sufre de adicción al alcohol, sino también a los analgésicos fuertes. La actriz de 20 años había asegurado en todas sus entrevistas que no sufría de adicciones, sino que había querido ir a rehabilitación para descansar del bullicio de Hollywood. Pero ahora los recientes hechos y su regreso a una de estas instituciones demuestran que su problema es bastante serio.