Di Stéfano fue el primer grande

Aunque Di Stéfano nació en una zona de Buenos Aires hincha de Boca Juniors, a los siete años se volvió socio de River Plate. Allí debutó en 1945, cuando ya se acababa una de las generaciones más gloriosas del club, conocida como La máquina. Después de pasar una temporada en Huracán, regresó a River en 1947 y se convirtió en el máximo goleador de ese año. Justo después debutó en la Selección Argentina, con la que conquistó la Copa América. 

87 partidos 

41 goles  

2 ligas 

27 partidos  

10 goles 

6 partidos 

6 goles  

1 Copa América 

Su paso por el país fue glorioso. Llegó a Millonarios en 1949 por una huelga de futbolistas en Argentina que lo tenía varado. En ese entonces la Fifa limitaba los salarios de los jugadores, pero como la liga colombiana no hacía parte de esa organización, los clubes les podían pagar cantidades exorbitantes.  Durante sus cuatro años en Bogotá, Di Stéfano ayudó al equipo embajador a obtener sus primeras tres estrellas y a ganar el calificativo de Mejor equipo del mundo.

“Cuando lo vi correr, amagando y dejando sentados a tres míos, con una velocidad de vértigo, con un estilo único, me dije: esto es otra cosa. Me obsesioné”.  Santiago Bernabéu, el presidente del Real Madrid pronunció esa célebre frase tras el encuentro entre su equipo y Millonarios en 1952. El dirigente le ganó un pulso al Barcelona y contrató al jugador. En el conjunto merengue el argentino se ganó un puesto entre las leyendas al conquistar un récord que nadie ha igualado: cinco Copas de Europa seguidas. 

469 partidos

357 goles 

ocho ligas y cinco Copas de Europa

55 partidos  

13 goles

31 partidos 

23 goles