Home

Gente

Artículo

tqu Natascha Kampusch, de 18 años, apareció por primera vez en una entrevista para el canal autríaco ‘ORF’. Wolfgang Priklopil la mantuvo prisionera en el sótano de su casa

Polémica

Dinero morboso

La tragedia de Natascha Kampusch, la niña austríaca secuestrada por ocho años, no termina. Ahora muchos quieren explotarla económicamente.

11 de noviembre de 2006

"Aún no me siento libre", dice Natascha Kampusch, pese a que escapó de su cautiverio hace dos meses. Las sesiones de terapia sicológica y el acoso de la prensa y de personas que usan su nombre y especulan sobre su vida privada la hacen sentir asi. La presión para que contara los detalles de los ocho años que pasó secuestrada por Wolfgang Priklopil, la hizo dar una única entrevista a la televisión, pocos días después de huir. Sin embargo, el falso rumor divulgado en Alemania de que su secuestrador la usaba para hacer películas pornográficas, la obligó a salir de nuevo a defender su imagen, en una entrevista concedida a los diarios vieneses Der Standard y Kurier. "Esto es una vergüenza para Austria, numerosos estafadores están robando a los ciudadanos fingiendo recolectar fondos para las presuntas fundaciones de Natascha", dijo a SEMANA la periodista del canal ORF Brigitte Bleicher. Se refiere a la idea de Kampusch de crear una fundación para ayudar a mujeres secuestradas y maltratadas en México y otra para ayudar a los hambrientos de África. "Sé lo que es tener hambre, y cómo esto degrada a la gente", dijo recientemente. Su caso ha conmovido a Europa y se han recaudado más de 300.000 euros para estos proyectos.

Natascha se hizo famosa desde cuando desapareció, por los carteles que decían: "Se busca: Natascha Kampusch.1,45 metros, 45 kilos y de complexión fuerte. Viste un vestido azul oscuro y gafas azules y amarillas". El 23 de agosto, ella aprovechó un descuido para huir. Su captor escapó, pero se suicidó ese mismo día arrojándose a las vías del tren.

Desde entonces, Natascha es la joven más famosa de Austria. Su historia ya ha generado más de 1,6 millones de euros en utilidades. Varios diarios han aumentado sus tirajes prometiendo financiar los estudios de Natascha, conseguirle un trabajo estable y una vivienda. La revista alemana Stern multiplicó sus ingresos al poner en duda el secuestro y afirmar que Priklopil la había utilizado para grabar videos de sadomasoquismo. Y el canal Telecinco de España aumentó su audiencia al presentar los golpes que sufrió un camarógrafo español de manos del padre de Natascha, cuando unos reporteros trataron de abordarla bruscamente. The Times de Londres dudó sobre el feliz reencuentro de madre e hija, con base en declaraciones, al parecer pagadas, a una ex novia del padre de la joven, quien acusó a la madre de Natascha, Brigitta Sirny, de haber mantenido encerrada a su hija cuando era niña y de ser "una madre horrible". Muchos medios ofrecen dinero a los vecinos para que hablen mal de los Kampusch, que se separaron poco después del secuestro.

La última polémica fue suscitada por el grupo Los Tenores Suizos, que aprovechó el boom mediático para lanzar una canción. Es un cover de un viejo éxito del rock austríaco, pero adaptado a la tragedia. Este escándalo les ha dado fama internacional y, ante las críticas, ellos sostienen que se trata de "un himno para una joven muy fuerte, que representa a un gran colectivo de prisioneras pasionales".

Pero quizá la más perjudicada por este acoso es la madre del captor, Waltraud Priklopil, que a sus 64 años ha tenido que abandonar su casa, vive en una camioneta y no se atreve ni siquiera a ir al médico, por el miedo de oír su nombre en el altavoz del hospital. Los únicos que se ocupan de ella son el amigo de su hijo, Ernst Holzapfel, y unos sicólogos del seguro social vienés.

La señora Waltraud y una hermana de Holzapfel fueron las únicas que asistieron al entierro del captor, que fue sepultado sin un sacerdote. Natascha, según reveló la Policía de Viena, acudió a ver el cadáver de Priklopil en el instituto donde se le practicó la autopsia. Estuvo allí pocos minutos y encendió una vela en su memoria.Además quiere que le den la casa donde vivió secuestrada, para entregársela a Waltraud Priklopil, con quien espera entrevistarse pronto.