¿Dónde está Putina?

Mientras Vladimir Putin, de 59 años, se alista para convertirse en presidente de Rusia por tercera vez, todos se preguntan dónde está la futura primera dama, Lyudmila Putina. Algunos dicen que el mandatario la cambió por la exespía Anna Chapman, hoy convertida en modelo. Y otros aseguran que la mujer que le robó el corazón y, de paso, destruyó su matrimonio, fue la exmedallista olímpica Alina Kabaeva, que tendría un hijo con el líder soviético. Una tercera teoría es que Putina, de 54 años, permanece recluida en una jaula de oro: en la casa de huéspedes de 2 millones de dólares construida en los terrenos del antiguo monasterio Yelizarov, cerca de la frontera de Estonia. En los últimos dos años solo se ha visto a la pareja dos veces. Eso es escandaloso para los occidentales, acostumbrados al protagonismo de las primeras damas, pero no sorprendente para los rusos, que ven con normalidad que las esposas de los hombres fuertes permanezcan a su sombra y que sus amantes sean quienes se convierten en leyenda.