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El año de "El Cometa"

La actuación de Alvaro Mejía en el Tour de Francia puede ser la mejor en la historia del ciclismo colombiano, y garantizarle al corredor su redención económica.

16 de agosto de 1993

CUANDO SE PENSABA QUE EL DORADO de los ciclistas colombianos era cosa del pasado y que la figuración de algunos a nivel internacional había sido pasajera, Alvaro Mejía -conocido como "El Cometa"- sorprendió al saltar al segundo lugar de la clasificación general del Tour de Francia, a sólo unos pocos minutos del español Miguel Indurain, bicampeón de esta competencia y auténtico monstruo de este deporte.
Los malos augurios sobre la participación colombiana en el Tour habían comenzado con la constatación de la escasa representación criolla, integrada por pocos pedalistas nacionales y ningún equipo enteramente colombiano. En cuanto a Mejía, pocos apostaban a su favor. A pesar de haber prometido mucho en sus primeras temporadas, pronto se convirtió en un corredor de constantes altibajos. Este risaraldense solía fallar en momentos en que se le señalaba como el mejor, y respondía cuando nada se esperaba de él. Durante la temporada del 92, decepcionó a su equipo Postobón que había puesto en él todas sus esperanzas, pues contrario a los pronósticos no consolidó ninguna buena actuación.
Los resultados del 92 convencieron a Postobón, el mayor patrocinador ciclístico del país, de seguir los pasos dados poco antes por la Federación de Cafeteros en el sentido de disolver sus equipos profesionales que comenzaron a competir en Europa desde principios de la década pasada.
Al terminar el año, Mejía quedó literalmente en la vía, pero una cesión de última hora al equipo internacional de Motorola lo salvó y mantuvo sus esperanzas de alcanzar un triunfo en el viejo continente. Los compromisos que Postobón había adquirido con él previamente se mantuvieron para el 93, lo que le garantizó a Mejía un contrato de 23 mil dólares, mientras su sostenimiento operativo corre a cargo de Motorola. Pero su panorama para el 94 era muy oscuro y dependía esencialmente de convencer a su nuevo club o a algún otro de que valía la pena ficharlo en sus filas. Es posible que eso sea lo que este hombre, nacido hace 26 años en Santa Rosa de Cabal, haya logrado hasta ahora con su actuación en la prueba reina del ciclismo mundial. Si logra mantenerse en uno de los tres primeros lugares de la clasificación general y por ello ascender al podio en los Campos Elíseos, "El Cometa" no sólo habrá alcanzado un significativo triunfo deportivo y moral, sino que habrá garantizado su redención económica. Para el 94, de seguro se lo pelearán algunos de los mejores equipos europeos y le ofrecerán contratos de no menos de 100 mil dólares anuales, con lo cual ingresará -como en el pasado lo hicieron Luis Herrera y Fabio Parra- al exclusivo club de los multimillonarios del ciclismo y no tendrá que volver a preocuparse por lo que le denpare el futuro.