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EL CANDIDATO DEL CAFE

De los precandidatos liberales el que menos había sonado era Juan Guillermo Angel. Después de la rebelión liberal en el Congreso eso cambió.

22 de septiembre de 1997

De los seis candidatos liberales que aspiran a suceder a Ernesto Samper en la Presidencia de la República sólo cuatro están dispuestos a medir sus fuerzas en la consulta popular: Horacio Serpa, Juan Manuel Santos, María Mercedes Cuéllar y Juan Guillermo Angel. Entre ellos este último era, hasta hace pocos días, el único que no estaba muy presente en el registro de los colombianos. Sin embargo, desde cuando el senador risaraldense encabezó la rebelión liberal contra el Presidente en el Congreso el pasado 12 de agosto, las cosas empezaron a cambiar. Dejando de lado su tradicional oficialismo y en medio de un debate espontáneo sobre la gobernabilidad del país, motivado entre otras cosas por el asesinato del congresista liberal Jorge Cristo, Angel no sólo le sugirió a sus colegas iniciar un juicio político al Presidente, sino que prácticamente terminó pidiéndole la renuncia al primer mandatario argumentando la ingobernabilidad del país. Algo similar había ocurrido en marzo de 1996, cuando en momentos en que el proceso 8.000 llegaba a su punto más alto le envió una carta a Samper en la que le pedía abandonar el cargo para facilitar una salida a la crisis. No obstante, ahora las circunstancias son distintas y tienen que ver directamente con el orden público: "Yo estoy convencido de que Samper no es culpable de 40 años de violencia, pero si lo cambiamos por lo menos mejoraría el ánimo de los colombianos", afirma.Y es que para Juan Guillermo Angel la situación está más grave que hace un año. "Es la primera vez que en Colombia no tenemos esperanzas. Perdimos la fe. Pienso que el caso es similar al de la Selección Colombia. Si a pesar de tener goleadores lleváramos acumulados varios partidos sin meter goles, pues habría que ir pensando en cambiar a 'El Pibe".Esta sensación es la que lo ha hecho lanzarse al agua. Después de haber ocupado la alcaldía de Pereira y la codirección del Partido Liberal, entre otros cargos, y de ser elegido en tres ocasiones para el Senado de la República hasta alcanzar la presidencia de la institución, este pereirano gavirista de 51 años espera convertirse ahora en el candidato oficial de las toldas rojas en las próximas elecciones presidenciales. De todos sus colegas en el Congreso él es quizás el único que no vive en Bogotá, una condición que lo ha hecho permanecer del lado de la provincia, una virtud que bien puede ser de mucho provecho en un país centralista por naturaleza. Por ahora las estadísticas lo ubican de tercero en las encuestas de consulta popular, por debajo de Serpa y Santos. Sin embargo Angel confía en su repunte: "En dos meses estoy de segundo y mi verdadero rival será Serpa".