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Por su papel de Jack Sparrow, Depp obtuvo la primera de sus dos nominaciones a los premios Oscar

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El capitán rebelde

En la tercera entrega de 'Los piratas del Caribe', Johnny Depp busca demostrar por qué es considerado uno de los actores más carismáticos y versátiles de su generación.

19 de mayo de 2007

En su primera aparición, el capitán Jack Sparrow asustó a las directivas de los estudios Disney. "Parece gay y siempre está borracho", le comentaron temerosos a Jerry Bruckheimer, el productor de la cinta Los piratas del Caribe, protagonizada por ese ambiguo personaje. El responsable de tal nerviosismo fue Johnny Depp, encargado de darle vida al navegante de dientes de oro y plata, de ojos pintados, que no puede caminar sin tambalearse debido a los efectos del ron. Este fue uno de los tantos experimentos que el actor ha hecho a lo largo de su carrera, y vaya si dio resultado. A tal punto, que la segunda parte de la saga se convirtió, con más de 1.000 millones de dólares, en la cinta más taquillera de 2006. También el año pasado Sparrow apareció en la lista de los 100 mejores personajes de la historia del cine de la revista Premiere. El 25 de mayo llega a la gran pantalla Los piratas del Caribe: en el fin del mundo, la tercera película y hasta el momento la última. "No quería decirle adiós a Jack y traté de posponer ese momento", reconoció el actor en entrevista para varios medios, entre ellos SEMANA.

Quizás el talento de Depp consiste precisamente en interpretar personajes marginales singulares que le signifiquen un nuevo reto, sin importar que se trate de una producción independiente o de un seguro hit comercial: "Todos los pequeños filmes que he hecho han sido percibidos por Hollywood como oscuros y raros", explica. De hecho, durante mucho tiempo algunos productores lo llamaron "veneno para la taquilla", por su fama de actuar en cintas consideradas desastres. "Para mí no tiene sentido poner todo el corazón en un trabajo y que al final todo sea por el dinero. No puedo pensar de esa manera. Yo hago las cosas a mi modo y si voy a fallar, pues lo haré en mis propios términos", advirtió en una reciente conversación con ABC News.

La rebeldía con la que a los 43 años aún se resiste a ser reconocido simplemente por los millones que pueda recaudar, es la misma con que a los 16 decidió dejar el colegio para dedicarse a la música, su primera pasión. Sus padres acababan de divorciarse, era retraído e inseguro y su cuerpo se convirtió en una especie de diario en el que marcó, hiriéndose a sí mismo, los momentos más difíciles, como lo revelan ocho cicatrices. A partir de entonces, equipado con una guitarra, hizo parte de varias bandas de rock. Pero fue tan poco su éxito, que ocasionalmente tenía que dedicarse a vender bolígrafos por teléfono para una empresa de telemercadeo. También trabajó en una estación de gasolina, en construcciones y estampando camisetas para mantener su nuevo hogar, pues a los 20 años se casó con Lori Anne Allison, hermana del baterista de su agrupación The Kids. Para entonces en sus manos cayó un ejemplar de la biografía de James Dean, el rebelde sin causa, titulada The Mutant King, que llegaría a ser una inspiración.

Su esposa, quien era maquilladora de artistas y de quien se separaría a los dos años de casados, le presentó a Nicolas Cage, quien le aconsejó hacer un casting. Fue así como Depp se convirtió en una de las primeras víctimas de Freddy Krueger en la cinta de terror Pesadilla en Elm Street. Luego conoció la fama con la serie de televisión Comando Especial, pero también su verdadera pesadilla: ser el ídolo de las quinceañeras transformado en el policía encubierto Tom Hanson. Para Depp el programa era una gran contradicción. "Él se resistía a esa imagen de niño bonito de su personaje que se encargaba de mantener a raya a jóvenes rebeldes, lo que él quería ser", explica Alejandro Martín, editor de la revista en línea de cine Ocho y medio. Tal vez esa fue una de las pocas veces que se sintió obligado a actuar por dinero.

Cuenta entre sus anécdotas que una vez casi fue detenido cuando un policía lo encontró en la madrugada rayando un afiche de la serie en la calle. Y es que desde entonces su cara comenzó a aparecer en las revistas más por sus escándalos y vida amorosa que por su talento como actor. Depp fue acusado de permitir la venta ilegal de drogas en su club The Viper Room, después de que el actor River Phoenix muriera de una sobredosis en frente del establecimiento. También ha sido arrestado por pelear con los paparazzi y por destruir una suite en el Hotel Mark en Manhattan durante una escandalosa discusión con la supermodelo Kate Moss, su novia de entonces. Su relación con la actriz Winona Ryder, responsable de uno de los 13 tatuajes que se ha hecho, también fue alimento para los tabloides. Por eso hoy cuida mucho su vida personal, y aunque el año pasado fue considerado la mejor estrella para firmar autógrafos, por su amabilidad con sus seguidores, no permite que les tomen fotos a sus hijos Lily-Rose Melody, de 7 años, y Jack, de 5, que tuvo con su pareja, la actriz y cantante francesa Vanesa Paradis.

Depp ha tratado de distanciarse de esa imagen de sex symbol con personajes tan variados que pese a que no siempre han sido éxito en taquillas, sí le han dado el reconocimiento de la crítica como uno de los actores más versátiles. Prueba de ello son el dulce y triste Edward, el joven manos de tijeras y el peor cineasta de todos los tiempos, Ed Wood, dos en la lista de películas que ha realizado con el director Tim Burton. "Depp y Burton comparten su gusto por los retos. Se divierten haciendo cosas poco convencionales que se salen de los límites", señaló a SEMANA James Berardinelli, autor de la página web de cine ReelViews. No es casualidad que Al Pacino lo considere, junto a Sean Penn, el mejor actor de su generación. "Se mete tanto en su papel,que se transforma en cada película. Bruce Willis, por ejemplo, siempre es el mismo. En cambio Johnny Depp suele crear nuevos íconos", afirma Alejandro Martín. Jack Sparrow es sin duda uno de ellos. El actor ha admitido haberse inspirado en uno de sus ídolos, el guitarrista de la banda The Rolling Stones, Keith Richards, quien además actúa en la tercera parte de la saga. "Fue grandioso actuar con él. Va a sonar extraño pero sentí que como Jack lo conocía mucho más que como Johnny", cuenta Depp.

Para muchos Johnny se ha convertido en su personaje y temen que se quede encasillado en él. El mismo actor bromea con que "posiblemente termine su carrera haciendo 'shows' en centros comerciales disfrazado de Jack Sparrow". Sin embargo, eso no ha sucedido con anteriores papeles y se está moviendo en diversos frentes del séptimo arte como es la producción. Además sueña con hacer realidad el consejo que alguna vez le dio su amigo Marlon Brando de interpretar a Hamlet. Lo que no se puede negar es que difícilmente dejará de ser considerado el pirata más carismático de todo el Caribe.