El cazainfieles

Larry Flynt, el rey del porno, le puso precio a la intimidad de los políticos estadounidenses. En un anuncio de una página entera de The Washington Post ofreció un millón de dólares a cualquier persona que salpique con un escándalo sexual o de corrupción a un miembro de la Casa Blanca o del Senado. No es la primera vez que el editor de la revista Hustler ofrece dinero por información. A finales de los noventa, mientras el presidente Bill Clinton era investigado por su aventura con Monica Lewinsky, Flynt intentó desviar la atención de los medios y le ofreció un millón de dólares a quien demostrara la infidelidad de otro político. Su estrategia funcionó y dos republicanos se quedaron sin matrimonio y sin carrera. Hace poco ofreció una jugosa recompensa para el homosexual que confesara haber sostenido una aventura con Rick Perry, el precandidato presidencial ultraconservador. Como no ha obtenido pruebas para sacarlo del clóset, el magnate quiere ampliar su radar.