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EL DILEMA DEL VICE

10 de mayo de 1999

A pesar de que se invirtieron cuatro años de intensos trabajos en la remodelación de la
casa republicana donde hace una semana funciona la Vicepresidencia de la Nación, el inquilino más
importante de esta sede no ha querido tomar posesión de su despacho. Dicen que a Gustavo Bell no le
gustó la oficina, o mejor, lo que lo tiene inconforme es la vista que se contempla desde la ventana y que da
justo a un patio con una fuente decorada muy en el estilo de la época. Al parecer, esta es la razón por la cual
el alto funcionario no ha resuelto su trasteo y tiene a sus colaboradores sumidos en una gran expectativa
sobre las decisiones que tome al respecto luego de su próximo viaje a Rio de Janeiro, Ginebra y Londres.