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ENTREVISTA

El fin del mundo: los Apocalipsis que no llegaron y los profetas que nos engañaron

Cada vez está más cerca el plazo final que le pusieron los mayas al fin del mundo y las teorías conspirativas están en boga. Una publicación da cuenta de las historias acerca del fin de los tiempos.

4 de julio de 2012

Un meteorito, un terremoto, un tsunami o una guerra nuclear, son tantas las hipótesis sobre el Apocalipsis que el periodista, bloguero y literato Pablo Medina Uribe se puso en la tarea de recopilarlas en su libro Historias del fin del mundo.
 
Con una buena dosis de humor negro, el texto recoge la historia de varios profetas que predijeron el fin del mundo y se equivocaron estrepitosamente y otros, que todavía esperan a que llegue el fatídico día marcado en su calendario. El lanzamiento será el miércoles 4 de julio. Semana.com entrevistó a su autor.

Semana.com: ¿El fin del mundo está cerca?

Pablo Medina Uribe: No lo creo. Espero poder recoger las regalías de este libro el próximo año (y el año después y el siguiente a ese...).

Semana.com: ¿Cree que el fin llegará inevitablemente en 2012?

P. M. U. :
No, como todas las otras predicciones del fin del mundo mencionadas en el libro, lo más probable es que esta no se cumpla.

Semana.com: ¿Por qué estamos obsesionados con predecirlo?

P. M. U.: Creo que las personas que lo predicen necesitan tener respuestas y certidumbres -así sean inventadas-, necesitan saber que hay cosas seguras en el mundo, porque entre todo este caos, necesitan algo de qué agarrarse.

Semana.com: ¿Cree en alguna de las teorías acerca del apocalipsis?

P. M. U.: No, pero me divierten.

Semana.com: ¿Tiene una teoría propia?

P. M. U.: La teoría, que es más que una teoría, científica que explico brevemente en el libro, dice que algún día en miles o millones de años, la vida de nuestro sol acabará, acabando de paso con la vida como la conocemos en la Tierra. Puede ser que para entonces la humanidad haya encontrado otros hábitats, u otras maneras de sobrevivir en este planeta, pero es igual de probable que ese sea nuestro fin.

Semana.com: ¿Cuál es la explicación más descabellada de cómo terminará el mundo?

P. M. U.: De las que están en el libro, probablemente la más descabellada es la predicción de una secta que exigía que sus miembros se suicidaran, pues según ellos nuestro mundo estaba por acabar y esta era la única manera para acceder a mundos extraterrestres en los que la raza humana podría sobrevivir.

Semana.com: ¿Y cuál es su favorita?

P. M. U.: La de una gallina en Leeds, Inglaterra, que, por alguna razón -razón explicada en el libro-, comenzó a poner huevos que traían escritas predicciones de la fecha del fin del mundo.

Semana.com: ¿Qué es lo más difícil de combinar la historia con el humor?

P. M. U.:
Lo más difícil es que la precisión y veracidad de la investigación del libro no se vean comprometidas por los pedazos de humor. Además, también encontré muy difícil tratar divertidamente, pero con delicadeza, muchas de estas historias que terminaron con tragedia porque, como verán quienes lean el libro, la delicadeza quizás no es lo mío.

Semana.com: ¿Cree en algún profeta?

P. M. U.:
No. Solo creo en la palabra de José Galat.

Semana.com: ¿Se considera uno?

P. M. U.: ¿Un miembro de la Galatmanía? Por supuesto.

Semana.com: ¿Cómo se topó con la escatología?

P. M. U.:
Cualquier seguidor de José Galat, a estas alturas de la vida, se pone a pensar en el inevitable fin. Además, el año pasado escribí en ExtraVagancia, mi blog en el portal Cien Maneras, una entrada tras una de las últimas predicciones fallidas del estadounidense Harold Camping -quien es la verdadera inspiración para el libro- y desde entonces he estado buscando e investigando más predicciones.

Semana.com: ¿Cómo ordenar tantas profecías y predicciones?

P. M. U.:
Las ordené en capítulos según la manera en la que predecían que el mundo acabaría, como por ejemplo guerras nucleares, invasiones alienígenas, o fenómenos astronómicos, y por cómo terminaron las predicciones. Por ejemplo, hay un capítulo de personas y grupos que se equivocaron varias veces prediciendo el fin del mundo (pero lo siguieron intentando y me ayudaron a llenar muchas páginas) y otro sobre predicciones que terminaron en suicidios en masa (ahí es cuando se nota mi ausencia de delicadeza). Aunque claro, como son tantas predicciones, y algunas tan heterogéneas, tuve que poner un capítulo extra con el propósito expreso de meter todo lo que no sabía dónde más meter, como a Botticelli prediciendo una fecha del fin del mundo en uno de sus cuadros.

Semana.com: ¿Cómo se imagina el juicio final?

P. M. U.:
No creo que vaya a haber juicio final, pero si lo hay, ojalá sea con audiencias preparatorias, leguleyos y tinterillos para ganar un poco de tiempo y escapar a Miami antes de que nos encuentren.

Semana.com: ¿Hay posibilidad de sobrevivir al fin del mundo? ¿cómo la imagina?

P. M. U.: Si el fin del mundo quiere decir el fin de todo, la respuesta breve a la primera pregunta es: no. Si en cambio se refiere al fin del mundo humano, la respuesta a esa pregunta es que es posible que de aquí a allá descubramos alguna manera de sobrevivir en otros mundos (otros planetas, otras dimensiones, quién sabe). En tal caso, estoy trabajando en un libro de ciencia ficción para intentar responder la segunda pregunta, que es lo mejor que puedo hacer por ahora.

Semana.com: Un ciudadano digital como usted, ¿por qué publica un libro en papel?

P. M. U.:
El libro también será publicado como un e-book, pero quise escribir este libro pensado en papel, porque todo lo que había hecho antes está destinado a la publicación en línea y me parecía un reto escribir sin la posibilidad de recurrir a links, o elementos multimedia. Además, parece que todavía son varias las personas que prefieren leer libros impresos que digitales y quería llegarle a ellos también. (Aunque el argumento principal fue que me dijeron que me pagarían si escribía un libro para que lo imprimieran).

Semana.com: ¿Literato o periodista?

P. M. U.: Ambos, creo. O, bueno, quisiera más bien llegar a ser considerado un escritor decente tanto de ficción, como de no ficción.

Semana.com: ¿Qué nos depara el futuro?

P. M. U.: Ojalá un nuevo debate en la consulta conservadora con José Galat declamando poesía. Después de eso, que venga lo que tenga que venir.