Home

Gente

Artículo

El hombre de los goles

No todo se perdió en Australia. Zambrano, un diminuto jugador sin pinta de atleta, confirnó internacionalmente su fama de goleador.

12 de abril de 1993

ES UNO DE ESOS JOVENES QUE A PUNTA DE sacrifiaos ha podido apoderarse de la fama. Herry Zambrano, más conocido en el medio como "El Ferry", logró, en su corta participación en el Campeonato Mundial Juvenil de Fútbol que se jugó en Australia, incluir su nombre en la lista de los mejores goleadores jóvenes del mundo.
Este diminuto jugador, con apariencia de todo menos de atleta, se vinculó un poco tarde a la selección juvenil, pero su destreza y profesionalismo lo convirtieron en centro de atención de la prensa internacional. Diarios extranjeros como The Camberra Times lo calificaron de jugador con "destreza de seda y nervios de acero"... "el mejor de forma devastadora", ..."el héroe". Infortunadamente sus jugadas no fueron suficientes para hacer que el equipo nacional clasificara para la segunda fase del torneo. Pero en cambio logró dejar las puertas abiertas. Y, si todo sale bien, estará muy pronto probando suerte en alguno de los encopetados equipos europeos.
Al igual que otras figuras jóvenes -Valenciano, Comas, Pacheco, Nieto y Makenzie Zambrano es un muchacho de origen humilde que hizo sus primeros pases con una bola de trapo en el barrio Soledad, de Barranquilla una de futbolistas, según los expertos en la materia- donde nació hace 19 años.
El primero en darse cuenta de sus cualidades y quien le dio el primer empujón fue Ricardo Jiménez, quien patrocina el Apuestas la Fortuna, equipo-escuela donde han hecho sus pinitos muchos de los grandes futbolistas del país. Cuando cumplió 16 años se vinculó a la Selección Atlántico prejuvenil infantil. Ahí hizo carrera hasta que se lo llevó el Deportivo Independiente Medellín, equipo con el que firmó su primer contrato como profesional.
A pesar de su corta edad, Henry Zambrano se ha convertido en una de las figuras más prometedoras del fútbol colombiano. Hoy hace parte de una nueva generación de goleadores, una condición que parecía extinguida del fútbol nacional.
Durante varios años el dolor de cabeza de los directores técnicos fue encontrar un goleador que le pudiera definir un partido en un minuto. Hoy el problema es que hay demasiados. Pero esto no parece ser algo que desvele a Zambrano. Su vertiginosa carrera es la mejor prueba de sus sobresalientes cualidades: ha jugado más de 100 partidos a nivel profesional, fue titular de la Selección Atlántico, que fue la sensación de 1989, ha participado en dos campeonatos suramericanos juveniles, jugó en el Mundial Juvenil de Escocia y el año pasado entrenó con la selección preolímpica. En el Campeonato Mundial Juvenil de Fútbol que se jugó en Australia, Zambrano anotó tres goles y captó la atención internacional. Así que no todo fue negativo para el equipo nacional.