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EL LEON DE LA SELVA

Al frente de la Policía antinarcóticos, el coronel José Leonardo Gallego se ha erigido en uno de los principales protagonistas en la carrera por la certificación.

24 de marzo de 1997

En los últimos meses los colombianos se han acostumbrado a oír los nombres del general Rosso José Serrano, el del fiscal Alfonso Valdivieso y hasta el del propio embajador de Colombia en Washington, Juan Carlos Esguerra, como los protagonistas principales de la carrera que libra Colombia en busca de la certificación. Sin embargo, entre ellos hay uno que aunque no es muy conocido podría convertirse en el hombre clave de todo este proceso. Se trata del coronel José Leonardo Gallego Castrillón, quien desde hace dos años viene desempeñándose como director de la división antinarcóticos de la Policía Nacional y es el responsable de la erradicación de cultivos ilícitos en todo el territorio nacional. Si el gobierno de Estados Unidos exige resultados en la lucha contra el narcotráfico, el coronel Gallego los tiene. Entre 1995 y 1996 la Policía antinarcóticos ha fumigado en el Guaviare más de 44.000 hectáreas de coca, con aproximadamente un 70 por ciento de muerte efectiva de la mata. En el mismo período ha decomisado más de 100 toneladas de base de coca y cocaína pura, desbaratado más de 1.300 laboratorios y destruido más de 250 pistas de aterrizaje clandestinas. Todo esto a un costo alto, pues en dos años y medio ha perdido 37 hombres en combate, arriesgando él mismo su propio pellejo en el frente de batalla. Y es que si hay algo que le incomoda al coronel Gallego son los escritorios. Especializado en la lucha contraguerrilla urbana y rural en España, con entrenamiento antinarcóticos en Estados Unidos, este enemigo acérrimo del narcotráfico está acostumbrado a dirigir él mismo los operativos en las selvas colombianas, a tal punto que fue él quien, como director del Comando de Operaciones Especiales, condujo la persecución que finalizó con la muerte de Gonzalo Rodríguez Gacha.Aunque en dos años y medio ha hecho más de lo que se había logrado en los últimos 10 años, el coronel Gallego es consciente de que la lucha por erradicar los cultivos ilícitos en el país apenas empieza. Mientras su fuerza de trabajo se concentra en el Guaviare, los cultivos de coca y amapola han empezado a desplazarse hacia Caquetá, Casanare y Putumayo, sin que existan recursos suficientes para combatir en todos los frentes al mismo tiempo. Aún así, la eficiencia de su labor ha redundado en el aumento sostenido de la ayuda norteamericana, que, según los datos de la Policía antinarcóticos, en 1996 alcanzó la cifra de 40 millones de dólares, 27 millones más de lo inicialmente programado por el gobierno de Washington.A pocos días de que se defina el futuro del país en materia de certificación los resultados del coronel José Leonardo Gallego adquieren especial trascendencia, pues no cabe duda de que serán una de las mejores cartas para mostrar del gobierno colombiano ante Estados Unidos.