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Entre 1998 y 2002, las películas protagonizadas por Tom Hanks superaron los 100 millones de dólares en la taquilla norteamericana. Hay expectativa en torno a su reciente cinta ‘El código Da Vinci’ que tuvo un costo de 125 millones y no tuvo un buen recibimiento de la crítica

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El Midas del cine

Pese a las críticas negativas de Cannes para 'El Código Da Vinci', Tom Hanks es el rey de Hollywood y acaba de ser incluido en el libro 'Guinness' por sus triunfos en taquilla.

20 de mayo de 2006

"Si se tiene que tener un trabajo en este mundo, ser una estrella de cine bien pagada es muy buena opción", dijo una vez Tom Hanks bromeando. Y esas palabras podrían definir su carrera profesional. A punto de cumplir 50 años, después de aparecer en la lista de las celebridades más poderosas e influyentes de la revista Forbes, de ocupar por años los primeros lugares en el ranking de las estrellas con mejores salarios de Hollywood, el actor acaba de ser coronado como rey de la taquilla. Esta distinción fue hecha por el Guinness Book of Records, que lo incluyó por las ganancias de las cintas que ha protagonizado. Paradójicamente, obtuvo este reconocimiento en la misma semana en que se estrenó El Código Da Vinci en el Festival de Cannes, que, pese a la expectativa, comenzó con el pie izquierdo por los malos comentarios de la crítica. Este resultado ha sembrado la duda de si la buena racha del 'número uno' podría tambalear.

Hanks es el actor más exitoso de su generación, el Midas de la gran pantalla: tiene la marca histórica de ser el actor con más películas consecutivas que superan los 100 millones de dólares. Como explica el libro de los récords, el actor ha participado en 14 películas que hicieron ese recaudo en Norteamérica. La racha dorada comenzó con Salvando al soldado Ryan, que obtuvo 216.119.491 dólares, y continuó con siete éxitos ininterrumpidos entre 1998 y 2002. Su fenómeno es comparable al que produjeron actores como Clark Gable, Gary Cooper, Gregory Peck y Charlton Heston. Pero, a diferencia de estos, Hanks sobresale como la figura única de su generación, y su atractivo se ha mantenido en las últimas tres décadas con producciones que ya tienen estatura de clásicos.

A diferencia de estas estrellas del pasado que representaban al estereotipo del superhombre, Tom Hanks parece más bien un ciudadano del común: "Él refleja a 'cada hombre'; sus personajes no son excesivamente románticos, ni fuertes, ni inteligentes. Tampoco es el más atractivo, más bien representa un ideal con el que todos pueden asociarse", dijo a SEMANA Dominick Miserandino, editor de la revista The Celebrity Cafe. Su sencillez choca con la grandilocuencia de Tom Cruise, hoy su más cercano rival en taquilla, cuyos papeles se identifican con el concepto de galán-héroe, y con una vida personal que se ha convertido en su mejor espectáculo.

Su simpatía y su versatilidad han quedado demostradas, pues aunque en sus inicios parecía estar encasillado en las comedias románticas como Splash y Quiero ser grande, fue capaz de conmover al interpretar a un enfermo de sida en Filadelfia (1993) y de arrancar risas y llanto con su personaje de Forrest Gump (1994), actuaciones que le valieron dos premios Oscar consecutivos. Un récord más porque, pese a que ha habido otras figuras con dos estatuillas, como Jack Nicholson y Marlon Brando, sólo él y Spencer Tracy (Capitanes intrépidos, 1937 y Forja de hombres, 1938) han ganado en dos ceremonias seguidas.

Quizá sea su olfato para escoger buenos guiones la razón de su éxito, o su encanto el que hace que sus películas atraigan tanta audiencia. Sea como fuere, ambas habilidades se hicieron evidentes en dos trabajos más nominados al Oscar: Salvando al soldado Ryan y El Náufrago. En esta última, logró atrapar a la audiencia con su presencia -y la de una pelota llamada Wilson-, en un monólogo que se prolonga la mayor parte de la película. Tanto es así, que su taquilla sobrepasó los 233 millones de dólares en Estados Unidos. Con cifras así, su salario de 25 millones se justifica, contrario al caso de estrellas como Sharon Stone, quien recibió cerca de 14 millones de dólares por la segunda parte de Bajos instintos, que no ha alcanzado a recaudar los seis millones.

Pero las conquistas de Hanks no le han impedido toparse con el fracaso. Fue postulado, para muchos injustamente, a ser nominado a los premios Razzie a lo peor del cine, por sus interpretaciones en El expreso polar, El quinteto de la muerte y El terminal. Ahora, con El Código Da Vinci, podría estar pasando por una situación similar. La presentación a la prensa en Cannes fue recibida con un silencio sepulcral. El Hollywood Reporter calificó la actuación de Hanks de "acartonada" y muchos críticos anticiparon que la expectativa inicial favorecería la taquilla en los primeros días, pero luego se detendrían las cifras por los comentarios negativos.

Alan Riding, periodista cultural del The New York Times, especuló antes del estreno que sería difícil convertir en película un libro con diálogos extensos sobre debates religiosos. Agregó que "con la versión cinematográfica de una novela tan popular, cualquier cosa puede pasar" porque los lectores ya la han imaginado a su manera. "El problema con las super estrellas como Tom Hanks interpretando personajes ficticios tan famosos es que sin importar el tipo del papel, uno tiende a pensar: 'Oh, ahí está Tom de nuevo'", comentó Riding a SEMANA

Sin embargo, la crítica literaria tampoco favoreció la novela de Dan Brown, pero igual se convirtió en un best seller que ha vendido casi 60 millones de copias. Por otra parte, el analista Roger Ebert afirmó en su reseña que la película es muy entretenida porque "Ron Howard es mejor director de cine que Brown novelista", lo que demuestra que no todos comparten la decepción de Cannes.

Para muchos espectadores, tener a Tom Hanks en el reparto es suficiente razón para ir al cine, casi una garantía de calidad. Quizás el testimonio de Brian Grazer, productor de Apolo 13, explique el fenómeno: "Todo el mundo dijo que no veía a Hanks de astronauta. No sé si es astronauta o no, pero yo quería hacer una película acerca de una nave espacial en peligro. ¿y quién quiere todo el mundo que regrese por encima de todo , ¿a quién quieren salvar? A Tom Hanks. No queremos verlo morir. Nos gusta demasiado".