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EL NUEVO SIMBOLO SEXUAL

Brad Pitt, ha conquistado, a los 31 años, la fama de ser un hombre al que ninguna mujer se le resiste.

27 de febrero de 1995

SOLO PRETENDIA llegar a ser un actor bien cotizado. Hoy puede elegir papeles. Lo que no esperaba era convertirse en símbolo sexual del cine norteamericano. Pero luego de Entrevista con el vampiro, Pitt -al igual que Louis- no ha podido evitar su destino. Su cara de ángel, su sonrisa franca y su cuerpo de atleta forrado en jean y cuero han ido derritiendo una por una a sus compañeras de set. "El es el clásico amante norteamericano", asegura Morgan Freeman, quien actualmente lo dirige en Seven. Aquellos que lo conocen coinciden en que la atracción de Pitt va más allá de miradas fulminantes. "Tiene algo muy especial", dice Juli Ormond, la actriz británica que actuó con él en Legends of the fall. "Aparte de ser muy atractivo, algo que constantemente trata de esconder, es muy dulce". Hay quienes lo comparan con Robert Redford.
Y la verdad es que este nuevo símbolo sexual ha tratado de evitar a toda costa encasillarse en el papel de niño bonito. aunque las ofertas para ese tipo de papeles le llovieron después de la escena de amor con Geena Davis en Thelma y Louise. "Estaba encantador, muy tímido y nervioso -recuerda una asistente- y su mayor preocupación era que su madre no la aprobara". Fuera de la pantalla también trata de ocultar sus atributos físicos, detrás de una descuidada chivera y ropa desaliñada.
A los 22 años. William Bradley Pitt dejó la universidad y se fue a Hollywood. Había estudiado periodismo y planeaba llegar a ser actor o cantante de rock. "Lo decidí porque todos mis amigos estaban o casándose o buscando puesto. Y yo no quería ninguna de las dos". Trabajó como mesero, modelo de un calendario y chofer de limosina. Uno de sus pasajeros, el fallecido Roy London le dio el primer trabajo de extra. En 1987 obtuvo cuatro episodios en Dallas, como novio de la hija de Priscilla Presley. "Ya en esa época, Brad era más excitante que la mayoría de los actores que hacían la escena", dice el productor Patrick Hasburg. Y como ahora, no tenía que hacer mucho esfuerzo para llamar la atención de las mujeres.
A pesar de su timidez, Pitt ha vivido romances con casi todas sus compañeras de reparto. Una de ellas, Robin Givens, por quien casi pierde la cabeza: una noche llegó con flores y vino y quien le abrió la puerta fue el ex esposo de Givens, el campeón de peso pesado, Mike Tyson. Durante la filmación de Demasiado joven para morir, conoció a Juliette Lewis, quien tenía 16 años. La pareja arrendó una casa en Los Angeles y Brad habló de matrimonio. En 1993 hizo Kalifornia con la Lewis pero todas las mujeres en la filmación fantaseaban con él.
Esa puede haber sido su mejor actuación pero no le hizo ganar el papel de Legends. Este le llegó por su participación como invitado en la serie Después de los 30, creada por el mismo director de Legends, Ed Zewick. "Haciendo una escena de amor con una niñera causó tanto revuelo en el set, que supimos que iba a llegar lejos", dice. Después filmó Entrevista con el vampiro "Ahora me gustaría interpretar al tipo que quiere hacerle el amor a todo el mundo para poder pasar un rato agradable". Y Brad Pitt puede darse el lujo de escoger ahora que su precio por película se ha doblado, hasta llegar a los seis millones de dólares.