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EL REGRESO DEL MONO

EL NOMBRAMIENTO DE ARMANDO MONTENEGRO EN LA DIRECCION DE ANIF MARCA EL RETORNO AL PAIS DEL UNICO ECONOMISTA MAS ODIADO QUE RUDY HOMMES POR EL GOBIERNO DE SAMPER

10 de junio de 1996

En el momento de su renuncia Javier Fernández Riva ya se había ganado un puesto entre los más destacados directores que hayan pasado por la Asociación Nacional de Instituciones Financieras Anif. Desde cuando asumió el cargo en 1990, sus estudios sobre el desempeño de la economía, las proyecciones de la inflación y el estado general de la situación monetaria no hicieron sino corroborar su imagen de analista juicioso y trabajador.Quizás por eso el consejo directivo del gremio se tomó su tiempo antes de encontrarle un reemplazo. Después de varios meses de búsqueda, las directivas de Anif se decidieron la semana pasada por un gavirista: Armando Montenegro.Entre los especialistas a Montenegro se le conoce por ser el abanderado de una generación de economistas menores de 40 años que surgió en la década de los 80 con las ganas de aplicar la moderna escuela neoclásica, que todo el mundo asoció con el neoliberalismo que caracterizó al período presidencial de César Gaviria. De esta camada de técnicos y matemáticos, simpatizantes de la iniciativa privada y el control del gasto público, Montenegro fue el pionero. Ingeniero industrial de la Universidad Javeriana, realizó un posgrado en economía en la Universidad de Nueva York, de donde llegó a Colombia dispuesto a poner en práctica sus nuevos conocimientos. Su trabajo en el grupo de estudios económicos del Banco de la República, en la Junta Monetaria y como asesor cafetero le abrió el camino para que Gaviria lo pusiera al frente del Departamento Nacional de Planeación, desde el cual conformó con el ex ministro de Hacienda, Rudolf Hommes, la llave económica de la pasada administración.Después de representar al país ante el Banco Mundial y ejercer como consultor de la OEA en Washington, Montenegro decidió regresar para dedicarse a asesorar a la alcaldía de Barranquilla.Su nombramiento en la dirección de la Anif no es sorpresivo. Analítico y serio en su trabajo, Montenegro es considerado como uno de los economistas mejor preparados del país. Muy amigo de sus amigos, por su temperamento apasionado se ha ganado también no pocos enemigos, pero incluso ellos le reconocen una inteligencia poco común.Aunque no le gustan los debates adjetivizados, muchos aseguran que cuando asuma la dirección de la Anif en junio, el equipo económico del actual gobierno tendrá en este pastuso de 43 años a uno de sus principales opositores. Y si se tiene en cuenta que el recién posesionado minhacienda, José Antonio Ocampo, y Armando Montenegro sostienen de tiempo atrás diferencias casi irreconciliables en materia económica, es probable que las controversias entre ellos sean como para alquilar balcón.