Home

Gente

Artículo

El zar de la moneda

Miguel Urrutia, uno de los monjes del monetarismo ascendió a cardenal.

29 de marzo de 1993

COMO CONSECUENCIA DEL RETIRO DE Francisco Ortega de la gerencia del Banco de la República, los billetes colombianos llevarán una nueva firma. Será la del economista Miguel Urrutia Montoya, a quien muchos describen como un super cachaco medio agringado, con un acento bogotano que contrasta con su figura de académico bostoniano.
Aunque por sus conexiones tendría abiertas todas las puertas del mundo de los negocios, Urrutia decidió seguir con la tradición de su dinastía: una familia de la alta sociedad que se ha dedicado al servicio público. De ahí su consagración a la tecnocracia y a la docencia.
Nunca ha permanecido mas de cuatro años en el mismo cargo. Entre los muchos puestos que ha ocupado se cuentan el de director ejecutivo de Fedesarrollo, en dos ocasiones, gerente del departamento de desarrollo económico y social del Banco Interamericano de Desarrollo con sede en Washington, Ministro de Minas y Energía, jefe del Departamento Nacional de Planeación, subgerente técnico del Banco de la República, asesor de la Junta Monetaria y secretario general del Ministerio de Hacienda, Pausado, con gran sentido del humor, amante de la lectura, mal tenista y golfista, Urrutia tiene tres hijos y dos nietas que son su debilidad.
Bachiller Cum Laude del Portsmouth Priory School, licenciado Magna Cum Laude de la Universidad de Harvard, y con un master y un Ph. D. en economía de la Universidad de Berkeley en California, sus calificaciones académicas son muestra de su obsesión por el estudio.
Desde muy joven se interesó por seguir paso a paso el desarrollo de la economía del Japón. Y por las vueltas que da la vida fue recomendado para ocupar una butaca reservada para un latinoamericano en Tokio. Durante cuatro años fue el vicerrector de estudios de desarrollo de la Universidad de las Naciones Unidas en la capital nipona.
Urrutia venía siendo una de las figuras claves del proceso de reestructuración del sector monetario del país, desde cuando fue nombrado, hace un año, miembro de la Junta Directiva del Emisor. Ahora pasa a ser el principal protagonista, a través del primer nombramiento de un gerente hecho por la propia Junta Directiva, de acuerdo con la nueva Constitución.
Hace parte de la generación de economistas que comenzó a revisar las doctrinas "cepalinas" (de la Comisión Económica para América Latina "Cepal") en la primera mitad de los años 70. Era la época en que se establecieron las bases de lo que hoy se conoce como neoliberalismo, con raíces en la famosa "Escuela de Chicago", y que tuvo aplicación local en el "kínder" de Rodrigo Botero, ministro de Hacienda de Alfonso López Michelsen.
Pero de adepto de la Escuela de Chicago, Urrutia evolucionó hasta convertirse en uno de los principales discípulos de la "escuela" de Rudolf Hommes.