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El legendario romance entre Hepburn y Spencer Tracy era más una amistad. Ambos habrían sido bisexuales

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En cuerpo ajeno

Ahora que se celebran los 100 años de Katharine Hepburn, un libro revela que la actriz era bisexual.

5 de mayo de 2007

Katharine Hepburn es considerada una de las más grandes estrellas de la época dorada de Hollywood. De 12 nominaciones al Oscar, ganó cuatro en la categoría a Mejor actriz por Gloria de un día (1933), Adivina quién viene esta noche (1967), El león de invierno (1968) y En el estanque dorado (1981), galardones que le dieron un sitio de honor en los Guinness Records por ser quien más estatuillas se ha llevado. No es casualidad que su apodo sea 'la primera dama del cine'. Una encuesta realizada por la revista Entertainment Weekly le dio el título de la Mejor actriz clásica del siglo XX y en 1999 The American Film Institute (AFI) le otorgó el primer lugar en la lista femenina de las '50 leyendas más grandes del cine'. Sin embargo, el mejor papel que hizo durante sus 96 años de vida fue el de interpretarse a ella misma. Así se convirtió en un ícono de la distinción, un símbolo de la liberación femenina al atreverse a usar pantalones cuando no era bien visto y en la amante abnegada del actor Spencer Tracy, cuya relación duró más de un cuarto de siglo.

El 12 de mayo, día en que se celebra el centenario de nacimiento de la estrella, sin duda para muchos seguidores será una oportunidad para recordar esta faceta. Pero para otros, como el periodista norteamericano William Mann, es un motivo para descubrir a la mujer detrás del mito. En su reciente libro Kate: The Woman who was Hepburn, revela cómo la gran historia de amor protagonizada por la diva y Tracy, quienes hicieron nueve películas juntos, tenía más de amistad que de pasión. Ella se habría encargado de darle un halo épico a su relación para hacer brillar su leyenda. Según el autor, la actriz en realidad se sentía más atraída por las personas de su mismo género. Afirma que su verdadero amor era su vieja amiga Laura Harding, una aristócrata que se describía a sí misma como "el marido de la señorita Hepburn". Su corazón también perteneció a su asistente personal Phyllis Wilbourn, de quien la propia actriz llegó a decir "somos un solo cuerpo, una sola".

Al parecer, nunca se sintió cómoda como mujer. "Ella sentía en su alma que era un hombre", advierte Mann. Por eso, a los 10 años hizo su primer gran papel. La pequeña Kate se cortó el pelo, comenzó a vestirse de manera masculina, y a treparse a los árboles, transformándose en el atlético Jimmy, su alter ego. La biografía cuenta que siendo niña, Katharine tenía una rivalidad con su hermano Tommy por considerarlo el favorito de su padre, un hombre estricto, de un temperamento muy fuerte, y que por eso habría decidido convertirse en un muchacho. La situación se complicó cuando Tommy murió (todo indica que se suicidó) y su hermana ocupó su lugar. "Ella creció siendo el tipo de hombre que era su papá, en vez de la clase de mujer que era su mamá", explica.

Pero Mann hace otra revelación aun más sorprendente. A excepción de su único esposo, el empresario Ludlow Ogden Smith, la mayoría de los hombres con los que estuvo relacionada sentimentalmente habrían sido bisexuales. En la lista incluye al magnate Howard Hughes (cuyo affaire hace parte de la trama de la cinta El aviador), el director John Ford y Spencer Tracy. "Ella se sentía atraída por los hombres porque estimulaban su identidad masculina, pero no necesitaba tener relaciones sexuales con ellos", advierte Mann. Aunque siempre se dijo que la razón por la que Tracy no oficializó su romance con Kate era su condición de ferviente católico que no le permitía divorciarse, el autor sugiere que el verdadero impedimento era su homosexualidad que habría mantenido en secreto. De hecho, habla de que la actriz fue más una especie de enfermera dedicada a un alcohólico Tracy, que una amante. Cuenta que además del cariño, los unía un amigo en común llamado Scotty, un gigoló y proxeneta que tenía encuentros íntimos con el actor y a la vez le conseguía compañía femenina a Hepburn.

Tiempo después, la actriz diría en una entrevista con Barbara Walters: "En mi corazón todavía soy Jimmy Hepburn. Siempre he vivido como un hombre".