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C O N C I E R T O

Eternos adolescentes

Charly García, uno de los integrantes de Sui Generis, le concedió esta entrevista a Alejandra López en 1999 con motivo del lanzamiento de su álbum ‘Demasiado ego’, y que cobra actualidad con la visita de este gran músico a Colombia.

Alejandra López G.
11 de junio de 2001

Y de repente alguien que pudo haber sido el detective del tren saca de un baúl Geloso, una cinta perdida en el tiempo y el espacio hace más de 20 años, en donde las voces, los pianos y las letras de los que en los 70 escribieron parte de la historia del rock en español vuelven a escucharse nítidas, como en un ping pong, de un parlante a otro.

Geloso, grabación hecha en el cumpleaños de Juan Mingo Lospennato en Mar del Plata en 1968 contiene ocho canciones en la cual se mezclan boleros, voces y temas inéditos de García y Mestre. El material llegó a Charly de la mano de un chico de 18 años, Pablo, el hijo de aquel amigo de los viejos buenos tiempos. Entonces nació Sinfonía para adolescentes. Casi, casi, como en un cuento de hadas.

Sin embargo, como en todo, hay otra versión, menos poética y más siglo XXI. Según el periodista argentino Javier Rombouts, en la discográfica Universal —el sello que fichó el año pasado tanto a García como a Mestre— circulaba un rumor: cuando la empresa firmó el contrato con García, la charla habría derivado en Sui Generis. Y uno de los pedidos, no se sabe si hecho en forma contractual o sólo de palabra habría sido que Charly hiciera todo lo necesario para la reunión. Por su parte, la discográfica se habría comprometido a editar el disco de Mestre Colores puros.

La historia del regreso de Sui Generis tiene otros episodios. Uno de los más conocidos es el de aquel show en Prix D'Ami en 1995 recordado por el televisor que Charly le arrojó al público. Unos años antes, en 1992, durante un espectáculo de la banda Presa del Odio, Charly y Nito tocaron los viejos temas. Sin embargo, nunca hubo chance de un disco nuevo que los reencontrara al estilo Sui Generis.

En 1999, a propósito de los 30 años de creación del grupo y del lanzamiento de su álbum Demasiado ego, Charly García habló sobre la historia de Sui Generis. Entrevista que vale la pena rescatar teniendo en cuenta que este 18 de mayo Mestre y García, otra vez cobijados por la sombra de Sui Generis, se presentan en Bogotá.



SEMANA: Demasiado ego incluye dos temas de Sui Generis. ¿De alguna manera es hacer un homenaje a este grupo?

Ch.G.: Yo cada vez que canto me homenajeo a mí mismo. Sui Generis sí me mata, pero la misma persona que compuso eso está acá ahora y te digo que cantar esos temas me da más miedo hoy que antes cuando estaban los militares y tenía las ametralladoras apuntando a algo cerca de mí. Lo cual quiere decir que por fin pude deshacerme de la paranoia de pensar de que por escuchar Sui Generis o La Máquina, las fans se irían. Ahora no es así, los niños y las niñas agarran La hija de la lágrima, Demasiado ego, El aguante o Say no more como una cosa que es hipercompatible con Sui Generis porque ven que yo siempre estuve ahí, fui el que hizo las canciones, el que cantaba y estoy muy joven como para pensar en etapas o en estilos porque realmente es la misma persona con distinta ropa, nada más.

SEMANA: Sui Generis fue creado en 1969, han pasado 30 años desde entonces. ¿Cuál es el truco, cuál es la magia para tener vigencia después de tanto tiempo?

Ch.G.: El truco es dejar al otro que hable y que se pise con su propia palabra y después hacer como en el ping pong: pum... y ver. Pero es un truco, el truco relata que hay un mago y el mago todos sabemos que tiene un truco, o sea que no es verdad. Pero en realidad no hay trucos, la cosa es que nadie me dio un libreto de cómo hacer las cosas, inventé todo porque no sé... pero en realidad no te puedo decir cuál es el truco, tengo miles de trucos, uno es decir que no...

SEMANA: ¿Cómo ha sido su evolución en estos 30 años?

Ch.G.: ¿Cómo ha sido? Tocando todo el tiempo, divirtiéndome todo el tiempo, haciendo lo que yo quería todo el tiempo y te puedo decir que uno se vuelve más grande y mejor. No dándole bola a cosas que no estuvieran dentro del límite de mi intuición, o sea, haciendo lo que quería. Tuve la suerte de poder hacerlo, y bueno pienso que el truco, si hay un truco, es vivir y trabajar de lo mismo. Cuando uno ve mucha gente que trabaja y después vuelve a su casa y es otra persona y sufre mucho por eso, en el trabajo y en su casa, yo tuve la suerte, entre comillas, de hacer lo mismo, siempre uno.

SEMANA: ¿Cuál es el mejor recuerdo que tiene de Sui Generis?

Ch.G.: (risas) El cheque que me dieron cuando hicimos Adiós Sui Generis y nos fuimos a comer con Nito y los demás y eran todos iguales. Bueno, no sé si es el mejor, pero ese fue buenísimo.

SEMANA: ¿En qué difieren la Argentina de hace 30 años, cuando empezó Sui Generis, y la de hoy? ¿Ya se cerraron las heridas de la dictadura?

Ch.G.: No, no creo. Siempre hay alguien que está sufriendo, eso es cierto, y bueno, no sé, de un lado yo miro a mi alrededor: ¿quién está diciendo algo interesante? No hay mucho, y pienso que las heridas de la dictadura siguen como siempre porque son heridas y no se pueden sanar con otras.

SEMANA: ¿Qué futuro le ve al rock en español?

Ch.G.: ¿El futuro del rock en español?, bueno, no sé, pero creo que eso que vos decís el rock en español y qué se yo, es de acá y es de Spinetta, de los Gatos, mío, y es irreemplazable. Lo que pasa ahora no me identifica con nada. Bueno, no todo, pero en realidad el rock en español entre nosotros, es el rock en castellano, entre nosotros, es el rock de Buenos Aires. Veo que se ha deteriorado mucho el uso del lenguaje. Sui Generis de hace 30 años fue después de Los Gatos y Almendra y yo lo que hice fue refinar cierta parte de eso. Pero digamos, el que quiere cantar en castellano tiene que ir allí. Spinetta le dio el sonido al castellano para que suene bien y además algún tipo de contenido. Si no, me parece que hay que cantar en inglés.

SEMANA: ¿Piensa que hoy en día se hace música con propuesta social?

Ch.G.: Protestar para mí es estúpido y proponer otra cosa es bueno, en ese sentido hay poca gente que lo hace, hay poca gente que se anima a hacer algo o a cambiar una canción de tres tonos por algo más. Hay un suceso increíble ahora con los chicos de 13, 15 años que se entusiasmaron mucho con Say no more, que propone un territorio virgen en cuanto a la música y al pensamiento y estoy muy contento con eso, en ese sentido pienso que soy muy sociable.

SEMANA: Muchas personas consideran que usted es el padre del rock en español...

Ch.G.: El padre del rock en español no soy yo, es Julio Iglesias (risas)... Pero yo soy el rey de la Argentina y Mercedes (Sosa) es la reina... Nosotros somos la ley.

SEMANA: Mercedes Sosa representa una visión de América Latina de hace unos veinte años. ¿Cómo fue la experiencia de trabajar con ella?

Ch.G.: Y... es una buena actriz, se deja dirigir muy bien... La amo, es la mejor cantante que hay por acá, en serio, hay mucha gente que no cree eso, es la mejor que hay y yo soy el mejor que hay. Ella me lo dice todo el tiempo y me lo hizo creer.

SEMANA: Muchas veces Charly García ha sido tildado de irreverente y de muchas otras cosas. ¿Es eso cierto o son mentiras de la oposición?

Ch.G.: Yo pienso que la oposición es reverente (risas), pero, ¿qué es ser irreverente? Para la crítica un año uno es irreverente, el otro es inteligente, el otro es indigente, el otro es indiferente y así va... así que irreverente para un crítico tendría que ser bueno, o sea que estaríamos de acuerdo. Soy irreverente porque un artista tiene que serlo, es la condición número uno, si no no sería artista.

SEMANA: Pero de todas maneras lo que diga la crítica lo tiene sin cuidado...

Ch.G.: Los que tienen que cuidarse son ellos. Una cosa que hablamos con Yoko Ono, que estuvo acá, es que el medio es el mensaje, por eso cuando yo quiero decir algo uso los medios o sea que lo que digan los críticos... bueno ...(risas)

SEMANA: ¿Hoy en día quién censura a Charly García?

Ch.G.: No sé, nadie, creo, y qué se yo... No sé, no quiero pensar mal, pero realmente nadie... nadie.

SEMANA: ¿Cómo están en este momento sus relaciones con la prensa? Antes la prensa solamente buscaba el escándalo, la sensación, el morbo. ¿Eso sigue siendo igual?

Ch.G.: Yo estoy buscando el escándalo, la sensación y el morbo y ellos hacen el favor de reflejarlo en los diarios y yo vendo más discos, punto.

SEMANA: ¿Qué es el piano para Charly?

Ch.G.: Un instrumento prehistórico pero muy básico y terrenal. Es el instrumento que tiene la orquesta adentro y es muy fácil para ser un medio de composición. Ahora si le preguntás al violinista que es el violín para el violinista, te va a decir que el violín es lo más importante y el que toca el corno, va a decir que el corno es lo más importante.

SEMANA: ¿Y cantar?

Ch.G.: Cantar para mí es tirarte un lance con la chica de al lado. Cantar para mí es algo natural, es como que si podés cantar sin pensar y tenés un poco de ritmo, guau...

SEMANA: Es mucho lo que se especula sobre su problema con las drogas. ¿Qué puede decir sobre ese tema?

Ch.G.: Con las drogas... que sé yo, no sé, no es cosa mía, o sea yo no tengo nada que ver con eso, punto. Preguntáselo al vecino de al lado tuyo, seguramente te va a decir algo más. Pero te voy a decir una frase, y así la podés poner en los diarios: como dice mi amigo Marilyn Manson, y así le metemos más piket a esto, a mí no me gustan las drogas pero las drogas gustan de mí (risas).