Entre la soledad y el miedo

Muchos sueñan con ser una estrella de Hollywood, a lo que consideran sinónimo de felicidad, pero Greta Garbo prueba lo contrario. Así lo revelan 36 cartas inéditas de la legendaria intérprete del cine mudo, que la casa Sothebys’ subastará el próximo 11 y 12 de diciembre en Londres. La sueca naturalizada estadounidense se abrió camino en el mundo del cine en 1926 con la película Torrent y en los años treinta se hizo muy reconocida en Hollywood tras participar en más de 24 filmes. Por sus papeles dramáticos la llamaban ‘la mujer que no ríe’, un remoquete que reflejaba su temperamento real. “Ha sido un tiempo muy difícil, todo salió mal”, escribió en una carta, en 1933. Y desde entonces su soledad se hizo intolerable, así como el miedo a la crítica, el rechazo a la fama y el repudio por Beverly Hills, donde vivía. “Casi siempre estoy sola y hablando conmigo misma. Conduzco hasta la playa y me voy a pasear, lo que es maravilloso. Pero eso es todo”, dice en otra misiva de 1939, dirigida a su amiga, la condesa Marta Wachtmeister. Su estado anímico puede explicar por qué, con apenas 20 años de carrera artística, Garbo decidió retirarse del séptimo arte en 1941 y vivir aislada en Manhattan.