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HABIA UNA VEZ UNA IGUANA...

Una serie de videos infantiles creados por dos colombianas triunfan en Venezuela y se abren espacio en Latinoamérica.

3 de noviembre de 1997

Una queja permanente de los padres es que sus hijos pasan muchas horas frente al televisor, expuestos a todo tipo de programas violentos y carentes de valores. Conscientes de la falta de alternativas en la programación infantil de la televisión así como de la importancia de ese medio para los niños de hoy, un grupo de profesionales colombo-venezolanos diseñó una serie de videos recreativos y educativos destinados a niños entre los 2 y los 8 años. Se trata de Juana la Iguana, un proyecto que nació en Venezuela hace un año y que se ha convertido en un fenómeno sin antecedentes allí.
Lo interesante es que hay dos colombianas detrás de esa historia. Se trata de Tania Siedl, comunicadora con experiencia en medios, y Amanda Quijano, productora, quienes después de dos años de estudios e investigaciones, junto con la educadora venezolana Anita Katz, dieron vida a esta simpática iguana, eje central de las historias de los videos de cuya mano los niños aprenden a cantar las rimas, los trabalenguas, y melodías tradicionales de Latinoamérica.
El primer video, titulado El barco mágico, fue lanzado en Venezuela en noviembre del año pasado y desde el comienzo la aceptación del personaje fue total. A solo un mes de haber sido presentada en sociedad, Juana fue seleccionada en el Children's Film Festival de Chicago y recibió una mención de honor en el Chris Awards, un festival de cine y video de prestigio internacional realizado en Columbus, Ohio.
Desde entonces han salido al mercado dos videos más y el grupo ya prepara una serie de 13 capítulos para televisión. Algunos comentaristas han comparado a Juana la Iguana con Plaza Sésamo, un programa educativo de gran éxito con el cual crecieron miles de niños en el mundo. Sin embargo, en el caso de Juana, si bien uno de sus propósitos es reforzar el aprendizaje de la escuela, su formato no es tan académico como el programa estadounidense. En cada historia Juana vive una aventura con un grupo de niños y les enseña conceptos concretos, como la conservación ambiental.
Sin duda el éxito tiene que ver con el personaje, que aunque tiene forma de animal refleja características muy humanas. "Es distraída, es positiva, soñadora, aventurera y comete errores pero los reconoce", dice Amanda Quijano. Además constantemente fortalece valores necesarios en la sociedad actual, como la constancia, la fuerza interior, la amistad y el trabajo en grupo.
Pero también las historias han sido claves en la aceptación del programa entre los niños, dado que la mayoría relata cuentos latinoamericanos con los cuales los niños se pueden identificar más fácilmente que con los programas de otras culturas.
La música ha sido un importante gancho del producto. Cada video contiene por lo menos 10 canciones, muchas de ellas sacadas de la tradición musical latina y otras nuevas compuestas por Aquiles Báez, un reconocido músico venezolano.
La próxima escala de Juana la Iguana será Colombia, en donde va a ser presentada el próximo 15 de octubre. El siguiente reto será llevar a Juana al resto de Latinoamérica y, por qué no, al resto del mundo.