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HIJO DE LLERAS SALE PINTADO

Dispuesto a enfrentar la maquinaria liberal, Carlos Lleras de la Fuente se lanza a buscar la Presidencia de la República.

31 de marzo de 1997

Sin querer queriendo, Carlos Lleras de la Fuente finalmente se lanzó en busca de la Presidencia de la República. En público dice que es muy probable que dentro de poco tiempo oficialice su candidatura. En privado afirma: "No van a creer ustedes que abandoné mi oficina de abogado, con la que me ganaba una cantidad de plata, para ser presidente por un sueldo insignificante de la Fundación Presencia". Este apunte simboliza uno de los activos que tiene Lleras de la Fuente en su aspiración presidencial. Es espontáneo, magnífico conversador y tiene un gran sentido del humor. Es un hombre original e independiente que muchas veces va contra la corriente. En la Constituyente aceptó ser el segundo en la lista de Alvaro Gómez, quien durante décadas había sido no sólo el coco del Partido Liberal sino el enemigo personal de su padre. En la embajada en Washington sus posiciones antidiplomáticas, como llamar "vampiro" a Myles Frechette, le sirvieron para ganar puntos en Colombia pero no ante el Departamento de Estado de Bill Clinton. En orden público es de línea dura. Sus teorías acerca de que a la guerrilla hay que acabarla a bala y que le dará un plazo de seis meses a sus generales para que le produzcan resultados, lo han hecho ganar puntos en el sector empresarial. Aunque no existe un consenso de que su candidatura sea viable, existe una élite de poderosos industriales que están dispuestos a jugársela por él.En un país cansado de los candidatos con asesor de imagen, la autenticidad de este cachaco autoritario, terco y displicente, es refrescante. La autenticidad, sin embargo, no es su único atributo. Su nombre es igual de importante. Evoca una etapa del país que muchos colombianos miran con nostalgia. Carlos Lleras Restrepo ha sido uno de los presidentes más prestigiosos de los últimos 50 años y su nombre está asociado con las épocas de gloria del Partido Liberal.Paradójicamente, a su hijo le gusta muy poco el estado actual del Partido Liberal. Como no tiene pelos en la lengua tampoco tiene reparos en hacer afirmaciones como "a los liberales sólo se les ocurren vagabunderías". Esta actitud no lo ha hecho acreedor del afecto de la maquinaria liberal, que probablemente definirá cuál va a ser el próximo Presidente de la República. Esa es, precisamente, la mayor limitación que tiene Lleras de la Fuente. Un Lleras enfrentado a la maquinaria es un producto muy taquillero en televisión. Pero esta realidad no minimiza el reto que enfrenta. La renovación de las costumbres políticas es una bandera que muchos enarbolan pero que desde el desierto nunca se podrá llevar a cabo. Fuera de cuatro ciudades, el país todavía es muy tradicional en sus costumbres políticas. Hasta ahora sin maquinaria nadie ha podido llegar todavía a la Presidencia de Colombia.