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Homenaje de telenovela

‘Blanca y pura’, la primera novela en dibujos animados, es el resultado del trabajo en equipo de varios talentos de la televisión colombiana.

8 de octubre de 2001

Amores imposibles, hermanos separados al nacer, niños que son recogidos e ignoran su verdadero origen, luchas entre ricos y pobres, malos y buenos, y una que otra maldición han sido los inagotables ingredientes que durante décadas han mantenido grandes audiencias frente a los televisores. Y es que estos conflictos son desde siempre la estructura básica de las telenovelas, los programas más criticados pero también los más vistos, y nadie puede negar que forman parte de la cultura latinoamericana.

Esto motivó a un grupo de amigos a rendirle un homenaje al género de una manera inusual porque para Mauricio Reina, Rafael Noguera y Mariana Cortés eso es Blanca y pura, la primera telenovela en que los personajes son caricaturas.

No es casualidad que la idea originaldel trío haya sido crear una novela en dibujos animados. Rafael fue el director de El siguiente programa y Mariana trabajaba en Cenpro, la empresa que lo transmitía. Además en ese entonces se encontraron con Maribel Echeverry y con Hernán Zajec, de Conexión Creativa, a quienes se les ocurrió convertir a Santiago Moure y a Martín de Francisco en caricaturas. La experiencia comprobó que era posible llevar a cabo este tipo de proyectos.

“Hemos crecido bajo la sombra de las novelas y por eso reconocemos su importancia”, afirma Mauricio, quien escribió los libretos de Blanca y pura. “El hecho de hacerla en dibujos animados más que satirizar al melodrama permite exagerar al máximo sus elementos típicos”, señala. El paso siguiente era escoger el tema. Fue entonces cuando decidieron echar mano a las historias clásicas y su mejor guía fueron los argumentos de aproximadamente 60 telenovelas. Posteriormente enmarcaron estas tramas dentro de la realidad latinoamericana y así nació la historia de un amor imposible: el de Blanca y Genaro, hijos de dos enemigos que son Rómulo, un narcotraficante, y Remo, un policía, que a su vez son hermanos aunque no lo saben.

Fueron necesarios dos años para terminar el proyecto. Con esos elementos, más una generosa dosis de humor y sátira a la realidad nacional, los tres creativos, con la asesoría de Juana Uribe, ideaban las historias que luego Mauricio plasmaba en libretos mientras que Mariana se encargaba de la producción. Los textos pasaban a manos del equipo de Conexión Creativa, quienes tardaban un mes dibujando cada episodio, compuesto por cerca de 9.000 cuadros. Luego Rafael, como editor, tenía la misión de armar las escenas y de sonorizarlas. En este trabajo fue clave el aporte de las voces de reconocidos actores, como Diego Trujillo, Santiago Moure y Carmenza Gómez.

El resultado: 26 capítulos que demuestran que no importa contar la misma historia de siempre sino que el secreto del éxito radica en saber cómo contarla.