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INSTINTOS IDENTICOS

Sharon Stone, el nuevo símbolo sexual, es en la vida real tan enigmática como el personaje que intelpretó en la película.

20 de julio de 1992

LA PELICULA "Bajos instintos" estrenada en marzo en los Estados Unidos y actualmente en cartelera en Colombia produjo varias cosas: más de 100 millones de dólares para los productores en escasas ocho semanas, una polémica mayor por sus escenas y contenido, y el surgimiento de una mujer más bien de dos mujeres que son hoy el tema: Catherine Tramell, el personaje central de la película, y Sharon Stone la actriz que la interpretó.
Catherine Tramell es una millonaria entrenada en sutilezas sicológicas a quien le gusta hacer, básicamente, dos cosas: escribir y hacer el amor. Sus dos gustos los mezcla en un extraño círculo,vicioso en el que los personajes de sus libros son alimentados por personas de su vida real, y las personas de su vida real terminan asesinadas como los personajes de sus libros.
Convencida de que es más fácil dejar de matar que dejar de fumar, la Tramell parece consegulr siempre, o casi siempre, que los hombres que satisfacen su doble instinto erótico literario encuentren en un picahielo clavado en la garganta un final de best seller. Y cuando los representantes de la ley intentan descifrar la tenebrosa telaraña de sus sinuosas actitudes y de sus oscuros libros ella pone a funcionar a todo vapor una poderosamente que conoce de laberintos sicologicos.

Como lo hiciera hace poco el personaje del doctor Lecter en la película "El silencio de los inocentes", esta sensual escritora se ha convertido en la gran polémica del año entre quienes gustan de discernir entre el bién y el mal. Pero detrás de ella, o más bien dentro de ella, está Sharon Stone, una actriz de 34 años que encontró en Catherine Tramell el papel de su vida, quizás porque están hechas de la misma madera:
pocas inhibiciones, mucho poder personal, un gusto declarado por el sexo y una agresiva determinación para conseguir sus objetivos.

Hace dos años, tenía 32, Sharon Stone pensó que ya no le quedaba mucho tiempo para hacer algo definitivo que la llevara al estrellato. Había logrado convertirse en una modelo cotizada, pero no conseguía dar el paso al más allá.
Decidió entonces aparecer desnuda en la revista Play Boy con el argumento de que "si quiero que me reconozcan, primero necesito que me conozcan". Efectivamente, la revista cayó en manos de Woody Allen, quien por esos días buscaba a una diosa rubia que hiciera un papel menor en su película "Stardust Memories". Con ello salió del anonimato de las pasarelas y de las revistas al prometedor celuloide. Pero lo más lejos que había llegado era acompañar a Arnold Schwarzenegger en la taquillera película "El vengador del futuro", hasta que cayó en sus manos una versión pirata del guión de la película "Bajos instintos" que sería dirigida por Paul Verhoeven, amigo suyo.
Y tal como lo haría Catherine Tramell, la Stone escogió un camino poco común para apoderarse del papel. Por esos días tenía una sesión de doblaje a la que sabía que asistiría Verhoeven. Cuidadosamente se vistió, peinó y maquilló como Catherine Tramell y se presentó a la sesión actuando como ella. Su caracterización no pasó inadvertida para el director y el papel fue suyo.

Se dedicó entonces a estudiar el papel de Catherine hasta convertirse en una versada expositora de los principales atributos de los dos temas de la película: el sexo y la muerte. Tanto, que su caracterización barrió al resto del elenco, incluido el veterano Michael Douglas, quien intentó oponer su propio poder al de ella y, como en la película, resultó vencido. Para la Stone, "Bajos instintos", a pesar de la polémica que ha creado, es una historia de amor. Según sus palabras, "el papel de Catherine es interesante porque representa la dinámica de la personalidad de cualquier mujer: quieren ser amadas, consentidas, sentirse seguras y desconocer el hecho de que están solas. La diferencia con Catherine es que ella no conoce límites para conseguir lo que quiere, y lo que quiere es atraer a Nick (el detective) a su vida ".

Su vida, la de la Stone, ha sido la de una hija de familia humilde. Un altísimo IQ la hizo detestar el colegio y ganarse muy joven una beca de escritora en el Edimboro College.
Mientras estudiaba Historia de Arte y Literatura apareció la posibilidad del modelaje que, con su figura, representaba un futuro. Y el futuro la cogió en la pantalla grande con un papel que se le ajusta como anillo al dedo. El director dice de ella: "Lo más impresionante de Sharon es que en sus ojos puede haber una persona cariñosa o un demonio en cosa de segundos. La amé y la odié durante todo el rodaje ". Al oír esa declaración ella, muy a lo Catherine,seríe y dice: "Es que no puede evitar adorarme". El director, sin embargo, remata con un veredicto: "Si ella es el demonio, el infierno ha mejorado".