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JENNIE EN VIVO. COM

Una joven gringa hace furor en Internet al instalar en su casauna cámara que permite a miles de cibernautas de todo el mundo seguir sus pasos día y noche.

11 de enero de 1999

Como cualquier mundo que se respete, Internet tiene sus callejones de perdición, zonas de tolerancia donde mujeres y hombres ofrecen en vivo y en directo sus cuerpos en vitrinas virtuales que permiten a los clientes dirigir el show siguiendo un menú de fantasías previamente pagado con tarjeta de crédito.
Pero en la red hay también zonas rosas donde la gente se divierte con propuestas novedosas de comunicación y algunos paliativos virtuales para la soledad. En estas áreas algunos han impuesto la moda de abrir las puertas de sus casas al mundo para que se enteren de su íntima cotidianidad a través de cámaras instaladas en sus computadores. Así, cualquier persona con acceso a Internet puede entrar en sus habitaciones, espiar su hábitat y conocer sus gustos y disgustos.
Aunque no deja de ser otra forma de exhibicionismo, estos sitios están ganando una inusitada popularidad en la red a base de la espontaneidad, la franqueza y la candidez erótica de los dueños de casa.
Jenniffer, una simpática economista de 22 años y un poco pasada de kilos, es tal vez la precursora de este movimiento del 'mírame como soy'. En su casa de Washington D.C. la joven ha instalado dos cámaras para quien quiera verla desde cualquier parte del mundo: Jennie durmiendo, Jennie con sus gatos, Jennie desnuda en la cama, Jennie hablando por teléfono, sacándose los mocos, Jennie contestando e-mail, Jennie melancólica, Jennie de fiesta.
"Esto no es exhibicionismo", dice la webmaster. "Yo no entrego mi privacidad. El hecho de que me estén mirando no me afecta, al fin y al cabo sigo estando sola en mi cuarto . Y lo que ocurre en mi cabeza sigue siendo privado".
Las imágenes de su cámara (http:www.jennicam.org) se actualizan cada dos minutos para quienes han ingresado al club de Jennie pagando 15 dólares al año y cada 20 minutos para el visitante común y corriente que no paga. Al principio entraban a su casa deambuladores nocturnos de la red , pero fueron tantos los que querían seguir sus pasos que Jennie ahora cobra 15 dólares al año para poder mantener el intenso tráfico en sus equipos. El sitio hoy tiene miles de visitantes diarios y una fama que le da dinero pero no tiempo para quedarse en casa respondiendo correo electrónico a un promedio de 700 admiradores y criticones.
Entre los criticones se encuentran quienes protestan porque la muchacha olvida dejar la luz de su cuarto encendida en la noche y no pueden verla dormir. En julio, Jennie fue invitada al programa de David Letterman y su original idea ha sido motivo de extensas reseñas en los grandes periódicos de Estados Unidos.
Su página no se limita a las imágenes de su cuarto o el estudio. Jennie tiene a disposición de todos un diario en el que cuenta sus problemas, la relación con su novio y su mamá, el desorden y sus sueños. En otro enlace de su página el visitante puede ver videos de los viajes, fiestas de Jennie (incluyendo un relato de su primer orgasmo), la operación de las encías y conversaciones con alguno de los suscriptores de su página.
Algunas veces Jennie camina desnuda por su cuarto cuando sale del baño o escribe frente a la pantalla sin brasier. Ella sostiene que no es pornografía, pues no son imágenes concebidas con intención de excitar al público .
"Sí, mi sitio contiene desnudez de vez en cuando. La vida real contiene desnudez, dice ella. Sí, contiene material sexual de vez en cuando. La vida real contiene material sexual. Sin embargo este no es un sitio de desnudez y material sexual. Es un sitio sobre la vida real".