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TESTIMONIO

Un rayito de esperanza para Camila

Las esperanzas de una joven de curarse de leucemia se esfuman por lo que, considera, es negligencia de su EPS.

15 de febrero de 2014

A Camila Abuabara le cambió la vida cuando le dijeron que tenía leucemia. Cuando Semana.com cubrió su historia, aún se aferraba a una esperanza: un tratamiento en fase experimental que sólo está disponible en el Hospital de Pensilvania (Estados Unidos).

Con sus ganas de luchar y el apoyo de su familia, la joven de 24 años empezó a conseguir los medios para trasladarse allí y recibir una terapia basada en células que atacan la leucemia y que hasta el momento ha tenido resultados prometedores. La única condición, advirtieron los expertos estadounidenses, es que su sistema nervioso central esté limpio de células cancerosas.

Después de recibir múltiples y dolorosas sesiones de quimioterapia convencional y en el sistema nervioso durante las últimas semanas, que incluyeron la inserción de una aguja en la columna para que los medicamentos lleguen al cerebro, su médico le dio las malas noticias.

No sólo el tratamiento había fracasado, sino que las células leucémicas se multiplicaron cinco veces en su cerebro.

Mientras tanto, Sánitas EPS, entidad a la cual Camila se encuentra afiliada -y a la que culpa de retrasar por tres meses un trasplante de médula ósea que, asegura, hubiera salvado su vida-, se pronunció en días pasados: "...Procederemos a atender de inmediato las instrucciones que esta institución (Hospital de Pensilvania) solicite para el manejo médico de Camila". Pero esta ya no es una opción.

Aunque según Camila, su médico le aseguró que no hay alternativas, su búsqueda sigue.

Por su parte, un representante de Sánitas EPS señaló que la enfermedad de Camila, "desde su diagnóstico en 2010, tenía un pronóstico muy difícil. Revisando los trámites que se hicieron, los médicos presentaban el trasplante de médula ósea como opcional y con bajas probabilidades de tener un buen resultado".

Además, agregó que "en Colombia, sólo dos instituciones lo hacen y los médicos mostraban esa alternativa como un último recurso. Pero las demoras administrativas nunca incidieron en la autorización del trasplante. Paralelamente a la parte administrativa, a Camila se le ofrecían los tratamientos” que le eran ordenados.

En cuanto a lo que sigue para la joven, el representante afirma que “se ha hecho revisión de la literatura y de centros que hagan no sólo tratamientos, sino estudios en todo el mundo. Se ha mandado la historia clínica a muchos sitios. De esos, hay cierta cantidad que podría estar estudiando casos muy parecidos al de Camila y ya se les ha enviado la historia clínica a algunos de ellos o se están contactando para enviarla. Los médicos tratantes y la EPS han estado explorando en diferentes partes del mundo”.