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La bomba rubia

Colombia se prepara para recibir a Gwen Stefani, una de las artistas más exitosas y famosas del mundo, quien realiza la gira 'The Sweet Escape'.

14 de julio de 2007

El gran sueño de Gwen Stefani era casarse y tener muchos hijos. Sin embargo, cuando su hermano Eric creó la banda de ska No Doubt y le pidió ser la voz principal, ella aceptó. Con paso lento pero seguro, desde 1987 el grupo tocó en cientos de clubes locales y pequeños conciertos para hacerse un lugar en la industria de la música. Sólo tras 10 años de esfuerzos el éxito tocó a su puerta, con su tercer disco, Tragic Kingdom. Desde entonces, Gwen se ha convertido en un ídolo de las multitudes, gracias a su belleza, su talento y su particular sentido de la moda.

En 2004 decidió lanzar su carrera como solista y cambió el rock por el pop ochentero con influencias de hip-hop. Desde entonces, ha conquistado las listas con canciones como What you waiting for, Rich girl y su más reciente sencillo, Wind it up. Ahora, con su gira mundial The Sweet Escape y sin el grupo que la llevó a la fama, Gwen Stefani se presentará por primera vez en Colombia. Será el 21 de julio, en el Parque Simón Bolívar, en un evento organizado por la Rockola Coca-Cola.

A pesar de ser considerada una diosa roquera por sus inicios dentro del ska, el punk y el reggae, su vida ha sido mucho más calmada de lo que se podría imaginar. Creció en el seno de un familia italo-irlandesa muy católica y vivió en casa de sus padres hasta que cumplió 30 años, cuando ya era famosa. Ha declarado que sólo ha tenido dos novios. El primero fue Tony Kanal, bajista de No Doubt, con quien terminó después de ocho años de relación, y cuya historia de desamor se convirtió en el elemento de inspiración para su primer gran éxito, la canción Don't speak. Luego conoció a Gavin Rossdale, ex cantante del grupo Bush de quien fue novia durante casi 10 años antes de casarse.

"La gente se siente identificada con su trabajo, pues no teme escribir sobre sus sentimientos. Pero ante todo, ella no es una aparecida como tantas otras artistas de hoy día. Es una mujer con una carrera larga y respetable", dijo a SEMANA Theo Cateforis, profesor de historia de la música y la cultura de la Universidad de Syracuse. A sus 37 años se podría decir que la vida de Gwen es perfecta. Su esposo es calificado como uno de los hombres más guapos del mundo, su relación es estable y hace menos de un año dio a luz al pequeño Kingston James, su primogénito, que la acompaña en sus viajes. Pero las letras de sus canciones son la mayor causa de su prestigio, porque son historias biográficas que hablan de los desencuentros del amor, de no sentirse aceptado, de su deseo de ser mamá y hasta del bloqueo en el momento de escribir.

Muchos la comparan con Debbie Harry, la cantante de Blondie, uno de los grupos más representativos de punk y new wave neoyorquino de finales de los 70. Al igual que ella, hizo su camino en un mundo dominado por los hombres y conquistó la cima sin perder una pizca de feminidad. Otros creen que es la nueva Madonna, porque desde cuando se lanzó como solista, su nombre se ha convertido en toda una industria. No sólo son los discos y los conciertos. También tiene dos marcas de ropa que ella diseña, L.A.M.B. (Love, Angel, Music, Baby) y Harajuku Lovers, además de muñecos, cámaras y teléfonos celulares con su nombre y su imagen. Su estilo es una combinación entre el glamour del viejo Hollywood, los colores del Caribe y los excesos de las jóvenes en Japón. "Además de ser muy talentosa y auténtica, su imagen logra ser casi igual de impactante a la de Marilyn Monroe. Es una diva", aseguró a SEMANA Mirek Kocandrle, experto en música pop y profesor de escritura contemporánea del Berklee College of Music. Y eso fue obvio hasta para el director de cine Martin Scorsese, quien la seleccionó para que interpretara a Jean Harlow, la legendaria actriz de los años 30, en la película El Aviador.

Pocos como ella se han atrevido a experimentar con tantos estilos de música sin miedo a perder fans. Y aunque los hombres suspiran al verla, son las mujeres quienes más la admiran. Gwen ha demostrado que se puede ser ruda, ser madre y esposa, y una empresaria exitosa, con el pelo siempre bien peinado, el maquillaje intacto y sin dejar de sonreír ni un instante, para conquistar el mundo.